El panorama marítimo global enfrenta una alteración significativa debido a la creciente inseguridad en el mar Rojo.
Desde el secuestro del buque de carga “Galaxy Leader” por parte de los rebeldes hutís el 19 de noviembre, un total de 55 buques han optado por abandonar esta ruta, eligiendo el largo trayecto alrededor del cabo de Buena Esperanza, en África. Este cambio de ruta, desvelado por el presidente del canal de Suez, Osama Rabie, refleja una tendencia alarmante en el sector del transporte marítimo.
En una reciente declaración, Rabie enfatizó el monitoreo constante de las repercusiones de las tensiones en el mar Rojo y su impacto en el tránsito por el canal de Suez. Este canal, no solo es crucial como entrada septentrional al mar Rojo, sino que también juega un papel vital en el comercio global, facilitando el movimiento del 12% de la carga marítima mundial, incluyendo porcentajes significativos de petróleo crudo, gas natural licuado y productos petrolíferos.
La importancia del canal de Suez se evidencia en el tránsito diario de 50 buques, representando el 30% del tráfico mundial de contenedores marítimos. Este flujo constante ha sido una fuente crucial de ingresos para Egipto, especialmente destacable en el año fiscal 2022-2023, donde se reportaron ingresos de 9.400 millones de dólares, un aumento notable en comparación con los 8.000 millones del año anterior. Esta afluencia económica ha sido un pilar en el crecimiento económico de Egipto, registrando un aumento del 6,6% en 2022.
La escalada de tensiones en la región se intensificó con el anuncio de los hutís de atacar todos los barcos con destino a Israel, una declaración que ha suscitado gran preocupación en El Cairo. La respuesta de las compañías de transporte marítimo no se hizo esperar, con gigantes como MSC, Maersk, CMA CGM, Hapag-Lloyd, OOCL de Hong Kong y Evergreen suspendiendo sus rutas a través del Canal de Suez y el mar Rojo. Incluso la petrolera BP ha detenido todos sus envíos a través de esta ruta crítica.
La elección de rutas alternativas, aunque más seguras, conlleva un incremento considerable en la distancia y el tiempo de travesía, añadiendo hasta 13.000 kilómetros y entre 10 a 14 días adicionales. Este cambio no solo impacta en el sector marítimo, sino que también presagia un incremento en los costos de las mercancías y productos básicos a nivel mundial, una consecuencia directa de la situación de inseguridad en el mar Rojo y sus alrededores.