El fondo soberano de Noruega, uno de los principales inversores mundiales, está revisando sus inversiones en Israel y podría interrumpirlas por completo debido a la implicación de los bancos israelíes en los poblados de Judea y Samaria, según informaron varios medios de comunicación hebreos el jueves por la noche.
El fondo, que gestiona e invierte los ingresos procedentes de los recursos naturales del país en beneficio del presupuesto de desarrollo del gobierno, está valorado en unos 1,3 billones de dólares y es el mayor de su clase en el mundo, ya que posee alrededor del 1,3% de las empresas que cotizan en bolsa en todo el mundo.
Actualmente invierte en unos 80 valores israelíes, incluidos bancos y empresas industriales y tecnológicas.
En el pasado, el fondo se ha desprendido de numerosas empresas de todo el mundo por actividades que consideraba poco éticas, incluidas varias empresas israelíes implicadas en asentamientos.
Según Haaretz, los funcionarios de Jerusalén creen que la última medida se ha visto influida por la decisión de la ONU en 2020 de publicar una lista negra de más de 100 empresas mundiales que realizan negocios vinculados a los poblados israelíes de Judea y Samaria.
El Canal 12 informó de que el fondo lleva muchos meses considerando la posibilidad de detener las inversiones en Israel, pero la cuestión ha cobrado velocidad recientemente.
La cadena, citando a un funcionario israelí no identificado con conocimiento del asunto, informó de que el carácter de derecha del gobierno entrante ha desempeñado un papel.
“Nuestros esfuerzos para disuadir al fondo de esta acción serán difíciles de llevar a buen puerto ante las políticas declaradas del [nuevo] gobierno en relación con los territorios”, dijo el funcionario.
El jueves, el Canal 12 informó de que el Likud de Benjamín Netanyahu y el partido Sionismo Religioso han acordado avanzar hacia la aplicación de la soberanía israelí en Judea y Samaria bajo la nueva coalición.
Aunque el compromiso está redactado vagamente, afirma abiertamente que el pueblo judío “tiene un derecho natural sobre la Tierra de Israel” y, por tanto, “el primer ministro dirigirá la formulación y el avance de las políticas en el marco de la aplicación de la soberanía en [Judea y Samaria]”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores dijo en una escueta declaración sobre la posible desinversión del fondo que “somos conscientes de esta grave cuestión y la estamos tratando”.