Con toda la atención puesta en la guerra de Ucrania, el petróleo libio vuelve a estar amenazado ante la perspectiva de una nueva guerra civil que se intensifica en medio de la acumulación de fuerzas milicianas a las puertas de la capital occidental de Trípoli.
Libia tiene ahora dos primeros ministros rivales, Abdul Dbeibah, el titular de Trípoli, y Fathi Bashagha, el recién nombrado primer ministro de Tobruk, en el este del país, lo que crea un enfrentamiento que corre el riesgo de provocar una nueva guerra civil, una división territorial y un conflicto armado por el control de las vastas riquezas petrolíferas del país.
Tras reunir el jueves a las milicias en torno a Trípoli para asegurar su entrada en la capital, Bashagha afirmó haber retirado a las que se encontraban a las puertas de la ciudad tras la presión de Naciones Unidas.
La guerra civil hizo estragos en Libia con dos gobiernos rivales en el este y el oeste desde 2014 hasta que se acordó un alto el fuego en 2021. Ese alto el fuego debía conducir a la celebración de elecciones el pasado mes de diciembre, pero al no tener ninguna de las dos facciones el control total de las riquezas petrolíferas del país y no haber una vía clara para la votación, las elecciones se pospusieron.
Ese vacío ha dado tiempo a los nuevos actores para reagruparse, con Bashagha intentando asumir el cargo de primer ministro, mientras que el actual Dbeibah se niega a dimitir en Trípoli.
Mientras tanto, la Compañía Nacional de Petróleo de Libia (NOC) se enfrenta a nuevas amenazas de cierre, ya que las fuerzas rivales intentan controlar la producción de petróleo del país, las exportaciones y la distribución de los ingresos.
El Ministerio del Petróleo libio, enfrentado a la NOC, ha apoyado al nuevo primer ministro rival, Bashagha.
Esta batalla entre rivales ha provocado recientemente el cierre de los dos mayores yacimientos petrolíferos de Libia, Sharara y El Feel, cuando se interfirió en una válvula, lo que llevó a la NOC a declarar fuerza mayor sobre 330.000 bpd. Esa fuerza mayor se levantó a principios de esta semana.
Bajo la presión de la ONU para evitar otra guerra civil, un enviado de las Naciones Unidas dijo el viernes que los primeros ministros rivales de Libia podrían mantener conversaciones directas para resolver la crisis, citando una «respuesta positiva» de ambas partes, informa Bloomberg. La declaración de la ONU se produce después de que el primer ministro rival, Bashagha, anunciara el jueves que iría a Trípoli en cuestión de días.