Los precios de la vivienda en Israel siguen subiendo a niveles récord a pesar de la reciente ralentización de las compras, según anunció el viernes la Oficina Central de Estadística, con un salto del 15,9 % en el último año.
Durante el mes de abril de 2022 a mayo de 2022, los apartamentos subieron una media del 1,4 %, en comparación con el mes anterior. Esta cifra incluye tanto los inmuebles nuevos como los de segunda mano.
Esto hace que los precios suban casi un 16 % en comparación con el periodo comprendido entre abril de 2021 y mayo de 2021, lo que supone el mayor aumento anual de los precios de la vivienda en una década.
La subida mensual del 1,4 % se compara con los aumentos del 0,9 % de marzo a abril, y se produjo en todo el país.
En Tel Aviv, la subida de precios del 1,9 % fue la más pronunciada en la ciudad en los últimos tres meses. Incluso en las zonas percibidas como más periféricas, se observaron subidas significativas de los precios, con un aumento del 1,4 % en el norte y del 1,2 % en el sur.
Si se compara con los valores de las transacciones en el mismo periodo del año pasado (abril a mayo de 2021), se registraron aumentos de precios de dos dígitos en todos los distritos: Centro, con un 19,5 %; Tel Aviv, con un 15,3 %; Jerusalén, con un 14,6 %; Haifa, con un 14,4 %; Sur, con un 14,2 %, y Norte, con un 12,8 %.
Las fuertes subidas se producen a pesar de los programas de vivienda subvencionados por el Gobierno, que están contribuyendo a frenar las subidas de precios de las viviendas de nueva construcción, que representan el 28,5 % de las ventas (de abril a mayo de 2022), frente al 25,7 % (de marzo a abril de 2022). Si se excluyen estas ventas, el precio de las viviendas nuevas subió un 1,8 % en el mes. A lo largo del año, las viviendas nuevas aumentaron su coste en un 18,7 % (de abril a mayo de 2022 en comparación con abril a mayo de 2021).
Se espera que la subida del precio de la vivienda provoque también el correspondiente aumento de los alquileres, lo que se suma al aumento del coste de la vida, con una inflación del 4,4 % en junio y el aumento del coste de los bienes de consumo.
El alto coste de la vida, incluido el precio de la vivienda, será probablemente un tema clave en las próximas elecciones de noviembre.