El gigantesco buque portacontenedores Cosco Shipping Alps, construido en 2018 y con capacidad para transportar unos 14.500 contenedores (TEU 14.568), llegó el sábado a las costas de Israel y está a punto de hacer un pequeño trozo de historia. Se trata del primer megabuque que visita el nuevo puerto de la bahía de Haifa, operado por SIPG de Shanghái. El enorme tamaño del buque, que actualmente está amarrado en un muelle del nuevo puerto, pone de manifiesto por primera vez el potencial del puerto para atender a buques como éste, e incluso mayores, que nunca antes se habían visto en Israel. El puerto puede manejar buques que transporten hasta 18.000 contenedores, un servicio que ningún puerto de Israel ha podido ofrecer hasta ahora.
Empezando con poca velocidad
Aunque ya no se trata de una prueba para el puerto como la que hemos visto en las últimas semanas, sino de una actividad comercial real, el Cosco Shipping Alps solo ayudará a despejar algunas de las decenas de miles de contenedores vacíos que se han acumulado en Haifa. Sin embargo, el momento de su llegada tiene una motivación adicional: el barco servirá de telón de fondo a la inauguración festiva del puerto el miércoles, a la que se ha invitado a unos mil invitados. Lamentablemente, debido al aumento de la tasa de infecciones de Covid-19 en Israel, la ceremonia se celebrará en línea, sin la presencia física de público.
A pesar de todos los festejos, la dirección del nuevo puerto aún no ha firmado acuerdos con las principales navieras. Una fuente del sector naviero explicó a «Globes» que esto se debe, en parte, a que las navieras fijan sus calendarios por períodos de un año, lo que impide la inauguración de nuevas líneas en la actualidad. Esto está previsto para principios de 2022. Por lo tanto, SIPG calcula que hasta finales de año atracarán en el puerto entre dos y cuatro barcos al mes.
En 2015, SIPG (Shanghai International Port (Group) Co., Ltd.) ganó una licitación publicada por Israel Ports Company, responsable del proyecto en nombre del Estado. Las averiguaciones de «Globes» revelaron que el nuevo puerto empleará a 250 trabajadores, 25 de ellos chinos y el resto locales.
Una ventaja temporal
El puerto de la bahía está diseñado para manejar únicamente buques portacontenedores, al menos inicialmente. Cuenta con un muelle (muelle 6) de 800 metros de longitud que funcionará de forma totalmente automática, lo que debería garantizar una gran eficacia en la manipulación de los contenedores y en la mano de obra.
La singularidad de la capacidad del puerto para manipular buques gigantes no durará mucho, ya que el segundo puerto privado en construcción en Israel, el Puerto Sur de Ashdod que se inaugurará en los próximos meses, tendrá un muelle de aguas profundas. Además, el puerto de Ashdod está trabajando en la profundización de uno de sus muelles para poder ofrecer en el futuro un atracadero para buques gigantes.
La infraestructura no está lista
Otra cosa que entorpecerá los festejos es el viento frío que sopla desde la ciudad anfitriona, Haifa. La alcaldesa de Haifa, Einat Kalisch-Rotem, se opuso en el pasado al proyecto, alegando que prefería promover otro proyecto de infraestructuras, un aeropuerto para la ciudad. El Ayuntamiento de Haifa no se ocuparía de la construcción de las carreteras de acceso a la zona del nuevo puerto, tarea de la que se encargaría Israel Ports Company. El Ayuntamiento se abstuvo de hacer comentarios a «Globes» sobre el asunto.
El resultado es que la carretera de acceso al nuevo puerto está parcialmente pavimentada, pero el sistema general de transporte previsto para rodear el puerto y dar servicio a los miles de camiones que visitarán el lugar cada semana no estará listo hasta dentro de dos años. También se ha retrasado la construcción de la zona logística detrás del puerto que forma parte del plan de Israel Ports Company. La Autoridad del Río Kishon ha solicitado al Tribunal del Distrito de Haifa que no se proceda a la construcción en el lugar, alegando que causará daños medioambientales.
¿Precios más baratos en camino?
El 99% de las mercancías que entran en Israel lo hacen a través de los puertos marítimos, y la apertura de un puerto adicional debería aumentar la competencia. Por otra parte, en un momento en que los costes de importación se ven afectados principalmente por los precios mundiales del transporte marítimo, que han alcanzado cotas enormes (unos 18.000 dólares por un contenedor desde Oriente), la apertura de un nuevo puerto no reducirá los costes de los importadores a corto plazo. Sin embargo, los importadores y exportadores se beneficiarán de una mayor seguridad sobre la llegada y el envío de las mercancías, lo que es muy importante para atender a los clientes, y podría suponer una reducción de los precios en cierta medida.
En los últimos meses se ha hablado de un atasco en los puertos de Israel, en referencia al número de barcos anclados frente a Haifa y Ashdod, principalmente por la lentitud de los puertos a la hora de gestionar el número de barcos que llegan a Israel. También hay otro atasco: la acumulación de contenedores vacíos.
En Israel se han acumulado miles de contenedores vacíos pertenecientes a gigantes del transporte marítimo como Cosco y MSC, lo que crea un problema logístico, principalmente para las navieras, que tienen que pagar decenas de miles de dólares al día por el almacenamiento y el transporte, mientras que en otros puertos hay escasez de contenedores. El amontonamiento se ha producido por dos razones. Una es la pandemia de coronavirus, que ha paralizado muchos puertos, principalmente en China, de forma que ha perturbado el sistema de transporte marítimo internacional. Una segunda razón es la escasez de buques, que ha provocado un aumento de los costes de transporte.
Estos factores han provocado que el coste de transportar un contenedor desde Oriente a Israel haya subido a 18.000 dólares, en lugar de los 2.000 de hace un año. Cuando los barcos llegan a puerto, sus propietarios prefieren cargar contenedores llenos en lugar de vacíos, que son menos rentables. Así, un barco puede llegar a Israel y descargar 500 contenedores, pero cargar solo unas decenas de contenedores vacíos, de modo que cada vez se acumulan más contenedores vacíos en Israel.