Israel Railways informó que el servicio de trenes volverá a la normalidad esta semana luego de la interrupción de la red y el cierre temporal de las estaciones de Tel Aviv provocados por un accidente a principios de agosto. El domingo, los trenes con dirección norte concluirán en Tel Aviv HaHagana, mientras que la línea Beit Shemesh-Netanya terminará en Lod, tras reparaciones en la infraestructura afectada.
Las estaciones de Kfar Jabad y Lod Ganei Aviv reabrirán tras los daños significativos en los cables eléctricos, que motivaron su cierre el 15 de agosto. El servicio completo se reanudará el lunes, aunque algunos pasajeros deberán realizar transbordos adicionales. Estas modificaciones implicarán horarios ajustados temporalmente, mientras que la estación HaShalom en Tel Aviv retomará operaciones, normalizando el servicio en el centro del país.
La línea Ashkelon-Binyamina detendrá temporalmente sus trenes en Herzliya, obligando a los viajeros del norte a realizar transbordos. La ruta directa Karmiel-Beersheba no operará, pero los pasajeros podrán desplazarse mediante un transbordo intermedio. Israel Railways indicó que el restablecimiento total del servicio ferroviario se concretará el 1 de septiembre, tras completar todas las reparaciones y ajustes en la red.
El 15 de agosto, el servicio en el centro de Israel se suspendió luego de que un tren de carga provocara daños extensos en varios cientos de metros de cables eléctricos durante la noche. Posteriormente, el servicio en Tel Aviv se interrumpió para ejecutar trabajos de mantenimiento rutinarios adelantados, reemplazando temporalmente los trenes con autobuses entre las estaciones centrales.
Algunos de los trabajos de mantenimiento se habían programado originalmente para septiembre, pero la red ferroviaria los adelantó para evitar mayores inconvenientes a los pasajeros. Pese a las interrupciones, la ministra de Transporte, Miri Regev, aseguró que “no había caos en el transporte” y calificó la situación como “desagradable”. En contraste, funcionarios de Ferrocarriles de Israel describieron el daño como “un megaevento como ningún otro que hayamos experimentado”.