El lunes, el tipo de cambio del shekel con respecto al dólar alcanzó un nuevo máximo de 25 años, con un dólar que alcanzó brevemente los 3,08 NIS antes de cerrar el día en torno a los 3,11 NIS.
El shekel se ha fortalecido frente a las principales divisas, como el dólar y el euro, gracias en gran parte a los altos niveles de inversión extranjera directa y a la fortaleza del sector tecnológico.
Aunque una moneda más fuerte permite importaciones más baratas, también puede perjudicar a los exportadores al encarecer sus productos para los clientes extranjeros.
El nuevo récord se produjo apenas unos días después de que se alcanzara brevemente el récord anterior, antes de retroceder.
El shekel cotizó en torno a 3,6 por dólar durante varios años, pero más recientemente se situó en la franja de 3,2 a 3,3.
El diario económico Globes informó de que el Banco de Israel intervino el martes con una compra de divisas para frenar la subida del shekel. El banco declinó hacer comentarios.
La fortaleza de la moneda se debe a factores como la solidez de la economía israelí, las inversiones extranjeras en empresas israelíes que mueven capital hacia el país, las políticas monetarias del Banco de Israel y la solidez de los mercados mundiales de renta variable, que pueden hacer que las instituciones financieras israelíes vendan divisas al aumentar su exposición.
La fortaleza del shekel es beneficiosa para los israelíes que hacen compras en el extranjero o cambian divisas, pero perjudica a los exportadores, que cobran en divisas y pagan los gastos en shekels, lo que hace temer el cierre de líneas de producción y los despidos. La pandemia también ha causado estragos en las cadenas de suministro mundiales, elevando los costes de envío y otros gastos.
La subida del shekel también podría perjudicar la competitividad de algunas empresas frente a las extranjeras. La Asociación de Fabricantes convocó una reunión de urgencia la semana pasada para analizar la situación de los exportadores.
Las empresas tecnológicas que reciben ingresos en dólares también podrían verse perjudicadas por el tipo de cambio.
El Banco de Israel dijo el mes pasado que tiene previsto reducir su compra de bonos y endurecer la política monetaria. Está previsto que el banco se reúna el 22 de noviembre para discutir la política.
En enero, el banco dijo que planeaba comprar 30.000 millones de dólares en moneda extranjera para frenar la subida del shekel en 2021, y posteriormente dijo que no se limitaba a esa cantidad.