Alexander Pitkin, un joven ruso de 27 años, decidió emigrar a Israel en busca de un futuro mejor. Hijo de una enfermera y un ingeniero civil, Alexander no tenía vínculos judíos en su ciudad natal, Miass.
Aunque su padre le dijo que eran judíos, la familia evitaba revelar su identidad para no tener problemas. Alexander era un excelente estudiante y amante de los deportes, pero la situación económica de su familia comenzó a empeorar tras la recesión mundial de 2008.
Un camino hacia Israel
El hermano de su padre, que había emigrado a Israel en los años 90, convenció a la familia de que había oportunidades para Alexander en Israel. Así, Alexander se unió al programa Selah en 2014 y viajó a Israel por primera vez, donde vivió en un centro de absorción de Karmiel.
A pesar de las dificultades iniciales, Alexander se adaptó rápidamente a su nueva vida, aprendiendo hebreo y la cultura israelí. Se enamoró del norte de Israel, lleno de paisajes verdes y belleza natural.
Servicio militar y estudios
Alexander trabajó en diferentes empleos antes de comenzar su servicio militar obligatorio. Después, eligió estudiar ingeniería de software en la Facultad de Ingeniería Ort Braude, gracias a una beca del programa Takeoff de Atidim.
Mientras estudia, Alexander trabaja como voluntario en el centro de absorción donde comenzó su vida en Israel. Espera unirse a una empresa de alta tecnología en otoño, en un puesto de estudiante.
Israel, su verdadero hogar
En 2018, durante una visita a Rusia con su novia Nikol Sherman, Alexander se dio cuenta de que Israel era realmente su hogar. Ahora, sueña con establecerse en el norte de Israel y prosperar en una innovadora empresa de alta tecnología.