Un reciente estudio, publicado este miércoles, ha revelado que la carga económica del trastorno de estrés postraumático (TEPT) en Israel podría alcanzar los 197 mil millones de shekels (53,2 mil millones de dólares) en los próximos cinco años.
El análisis, llevado a cabo por el Grupo SFI y MAPS Israel, busca cuantificar el impacto económico del TEPT en la economía israelí tras la guerra en curso con Hamás. Los investigadores encontraron que un individuo con TEPT podría representar un costo de 1,86 millones de shekels (485.000 dólares) a lo largo de su vida, cifra que puede incrementarse en casi 400.000 shekels si se consideran el reconocimiento oficial y la elegibilidad para beneficios.
El estudio estima que el costo total para la economía israelí rondaría los 197 mil millones de shekels, una cifra comparable al incremento proyectado del presupuesto del Ministerio de Defensa para los próximos cinco años, que se estima en 220 mil millones de shekels (59 mil millones de dólares).
La distribución de estos costos se desglosa en tres categorías principales: el 18% corresponde a los beneficios del Seguro Nacional, el 74% se relaciona con el impacto directo en el empleo y la productividad, y el 8% se atribuye a los trastornos mentales y las adicciones.
Además, los costos se reparten entre tres grupos: el 30% recae en el individuo y su familia, otro 30% en el Estado, debido a la reducción de ingresos fiscales y el aumento en los gastos de servicios públicos, y el 40% restante en la disminución de la productividad laboral a nivel nacional.
Ante estos costos elevados, MAPS Israel se ha enfocado en desarrollar una nueva terapia psicoterapéutica asistida con MDMA, la cual ha mostrado una efectividad del 70% en la reducción de los síntomas de TEPT según estudios preliminares.
Se prevé que cada shekel invertido en este programa podría generar un retorno de inversión de entre 12,5 y 14,9 shekels a nivel nacional.
Yaron Neudorfer, director ejecutivo y fundador del Grupo SFI, señaló: “Por primera vez en Israel, contamos con un estudio económico que ofrece un panorama completo de las implicaciones económicas del trastorno de estrés postraumático y demuestra la importancia de la medición económica basada en datos. Este enfoque permite una asignación precisa de los recursos públicos y fomenta el desarrollo de soluciones nacionales para las necesidades que están surgiendo (y seguirán surgiendo) durante este período de emergencia”.