Un consorcio de líderes tecnológicos en Israel establece un fondo de 100 millones de dólares para ayudar a los niños afectados por los recientes ataques terroristas de Hamás.
En un gesto de solidaridad y apoyo, más de 20 empresarios e inversores de Israel, prominentes en el sector tecnológico, han establecido un fondo benéfico con el objetivo de recaudar 100 millones de dólares. Este fondo está destinado a respaldar a los niños que han quedado huérfanos debido al devastador ataque terrorista de Hamás en el sur de Israel.
El Fondo Israelí para la Infancia, una iniciativa pionera en respuesta a la crisis humanitaria, está coliderado por figuras de la industria como Amit Rosenzweig, el cerebro detrás de Ottopia, Tomer Levy, líder de Logz.io, y Michelle Latzer, cofundadora de la fintech Tweed. Sumándose al esfuerzo están Tom Livne de Verbit y Eyal Niv de Pitango.
Este movimiento humanitario surge en el contexto de la violenta confrontación que sacude a Israel desde el 7 de octubre, cuando Hamás perpetró actos de terrorismo extremo. Los ataques dejaron una estela de destrucción, con familias aniquiladas, actos de barbarie como asesinatos y secuestros, resultando en más de 1.300 masacrados y 3.300 heridos, en su mayoría civiles.
“La tragedia y la crisis humanitaria que se desencadenaron tras los ataques de Hamás nos impulsaron a actuar”, explicó Rosenzweig. “Los niños afectados por esta barbarie son el futuro de nuestra nación. Nuestro compromiso es absoluto para asegurar que tengan las oportunidades necesarias para recuperarse y triunfar en la vida”.
La estrategia del fondo incluye una fase inicial de recaudación de fondos a través de medios de comunicación y crowdfunding, seguida de conversaciones con donantes adinerados, corporaciones tecnológicas y entidades de capital riesgo. “Expandiremos nuestra búsqueda de apoyo a empresas y bancos, tanto nacionales como internacionales, aprovechando nuestras redes en el sector tecnológico”, añadió Rosenzweig.
La misión principal del fondo es facilitar asistencia financiera urgente a las familias que ahora cuidan de estos niños traumatizados por el terrorismo, asegurando también su bienestar económico a largo plazo. Con una asignación de 100.000 dólares por niño, la iniciativa se extiende desde el soporte directo hasta la integración en nuevos hogares, ya sean adoptivos o de acogida, abordando los desafíos financieros que estos cambios conllevan.
Los creadores del fondo subrayan la insuficiencia de los recursos gubernamentales frente a la magnitud de la crisis. “Reconocemos que el estado no puede manejar esta situación sin precedentes por sí solo. Es por esto que la comunidad empresarial tecnológica de Israel ha decidido tomar la iniciativa”, comentaron en un comunicado oficial.
Además, se ha confirmado que todas las empresas involucradas en el fondo contribuirán con sus recursos, sirviendo como mentores y estableciendo conexiones valiosas para los jóvenes con la industria, garantizando un espectro de oportunidades y apoyo incondicional en sus caminos hacia la recuperación y el crecimiento personal.