La actividad comercial marítima en el mar Rojo enfrenta interrupciones significativas debido a los ataques continuos por parte de los terroristas hutíes de Yemen, respaldados por Irán, contra los buques de carga.
Esta situación ha obligado a las empresas israelíes especializadas en el transporte de mercancías y logística a buscar rutas alternativas. Como consecuencia, se ha optado por vías terrestres para el transporte de mercancías desde el Extremo Oriente hacia Israel, pasando por Arabia Saudí y Jordania, en lugar de navegar por las conflictivas aguas del mar Rojo.
Mentfield Logistics, una empresa con sede en Israel, ha sido pionera en el establecimiento de una ruta comercial que evita el tránsito marítimo por el mar Rojo. Esta ruta alternativa implica el envío de mercancías desde los puertos de Dubai y Bahréin hacia Israel por medio de transporte terrestre a través de los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Jordania, finalizando en los puertos israelíes. Trucknet, otra empresa israelí, ha implementado una estrategia similar.
A pesar de que Jordania mantiene un acuerdo de paz con Israel desde 1994, y tanto los EAU como Bahréin han normalizado sus relaciones con Israel a través de los Acuerdos de Abraham en 2020, las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Israel siguen siendo inexistentes. Sin embargo, ha habido algunos avances hacia la normalización bajo la mediación de Estados Unidos.
Omer Izhari, director general de Mentfield, detalló el proceso operativo de esta nueva ruta: “Los barcos procedentes de China e India descargan contenedores en los puertos de Bahréin y Dubái, y luego la carga se transporta en camiones jordanos hacia Israel a través del paso fronterizo Rey Hussein con Jordania, donde los camiones israelíes reciben las mercancías”. Este método se está utilizando para una amplia gama de productos, desde textiles hasta electrónica y materias primas industriales, acortando significativamente los tiempos de envío.
Izhari también explicó que, durante su paso por Arabia Saudí y Jordania, las mercancías no son identificadas como destinadas a Israel o de origen israelí hasta llegar al puerto de Haifa. Este enfoque de transbordo se aplica cuando no existe una conexión directa entre dos puertos, requiriendo la transferencia de la carga de un buque a otro medio de transporte para completar el viaje.
La necesidad de estas rutas alternativas surge como respuesta a los ataques con misiles y drones por parte de los terroristas hutíes, que han llevado a importantes navieras globales, incluidas Maersk, Hapag-Lloyd y el gigante petrolero BP, a suspender temporalmente sus operaciones a través del mar Rojo y el canal de Suez.
Estos ataques no solo han afectado la ruta comercial clave entre Asia, Israel y Europa, sino que también han forzado a los portacontenedores con destino a Europa a desviar su ruta alrededor de África, incrementando el tiempo y el costo de envío.
Los ataques en el mar Rojo, reivindicados por los hutíes como actos de solidaridad con Gaza durante el conflicto con Israel, han provocado un reajuste en las estrategias de transporte de mercancías, buscando eficiencia y seguridad en las rutas terrestres alternativas.
La consolidación de un puente comercial terrestre que enlace Jordania, Israel, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, desde el Golfo Pérsico hasta los puertos marítimos israelíes, ha sido una propuesta en consideración durante los últimos años para mejorar el flujo de mercancías.
Este concepto ha ganado impulso tras la apertura de relaciones comerciales en Oriente Medio, especialmente después de la firma de los Acuerdos de Abraham en 2020, un pacto facilitado por Estados Unidos que normalizó las relaciones entre Israel y naciones como los EAU, Bahréin y Marruecos.
Según Omer Izhari, director general de Mentfield, aunque las mercancías están destinadas a Israel, estas no se identifican ni se rastrean como israelíes durante su tránsito, cumpliendo con las regulaciones del gobierno saudí que prohíbe el paso de mercancías israelíes por su territorio. Izhari, expresando su visión apartidista, mencionó su esperanza en la posibilidad de un futuro acuerdo con Arabia Saudí que permita una cooperación similar a la establecida con otros países a través de los Acuerdos de Abraham.
Mentfield, una empresa con 40 años de historia y especializada en transporte aéreo, marítimo y terrestre, así como en servicios logísticos globales, ha expandido su presencia internacionalmente, contando con oficinas en 11 países y empleando a 650 personas. En 2021, la empresa recibió una inversión significativa del fondo israelí Legacy Partners, que adquirió un 50% de participación en la compañía.
Por otro lado, Trucknet Enterprise, una empresa israelí de transporte inteligente, ha establecido también una ruta terrestre que evita el mar Rojo, colaborando con Puretrans FZCO y DP World de Dubai para facilitar el transporte de mercancías desde el Golfo Pérsico a Israel. Este servicio cuenta con la colaboración de docenas de empresas israelíes, junto con socios en Dubai, Bahréin y Jordania.
La compañía alemana de transporte de contenedores, Hapag-Lloyd, ha introducido rutas terrestres a través de Arabia Saudí, conectando Jebel Ali en Dubai con Jedda, en la costa oeste saudí, y también con Jordania, como parte de los esfuerzos para diversificar las opciones de transporte marítimo y terrestre.
Adicionalmente, la ministra de Transporte y Seguridad Vial de Israel, Miri Regev, anunció un proyecto para facilitar el transporte de mercancías desde la India hasta Israel a través de Abu Dhabi por una ruta terrestre, buscando reducir los tiempos de envío en 12 días y evitar las zonas amenazadas por los hutíes en el mar Rojo.
Israel también avanza en acuerdos de aviación civil con Sri Lanka, lo que representa un esfuerzo continuo por abrir rutas alternativas de transporte en respuesta a las amenazas y desafíos en la región.