Una encuesta difundida por la emisora pública Kan muestra divisiones sociales significativas entre las poblaciones judía y árabe en Israel. El estudio, realizado por el grupo Givat Haviva, refleja que un 72% de los judíos no confía en los árabes, mientras que el 43% de los árabes desconfía de los judíos.
El informe, presentado durante la conferencia anual de Givat Haviva, no especifica detalles sobre la metodología o el número de participantes. Sin embargo, los resultados destacan un aumento en las percepciones de hostilidad tras el inicio de la guerra en Gaza, desencadenada el 7 de octubre de 2023 por el ataque del grupo terrorista Hamás. La mitad de los encuestados judíos percibe una mayor hostilidad de los árabes desde esa fecha, mientras que más del 40% de los árabes opina lo mismo respecto a los judíos.
Otro dato relevante es la oposición a la inclusión de partidos árabes en el gobierno: el 67% de los judíos israelíes rechaza esta posibilidad. Además, un 45% de los judíos no estaría dispuesto a tener amistades con árabes, en contraste con el 13% de los árabes que comparte ese sentimiento.
Durante la conferencia, el ministro del Interior, Moshe Arbel, destacó los esfuerzos de integración de algunos ciudadanos árabes en la sociedad judía y afirmó que la mayoría judía debería brindarles apoyo. Por su parte, el diputado árabe Ayman Odeh expresó la conmoción que sienten muchos árabes israelíes ante las imágenes provenientes de Gaza. Odeh denunció una «impermeabilidad» en ciertos sectores de la sociedad israelí frente al sufrimiento palestino.
Michal Sella, director ejecutivo de Givat Haviva, calificó el reciente alto el fuego y la liberación de rehenes como una oportunidad para mejorar la situación. Sella valoró que, a diferencia de conflictos anteriores, la sociedad israelí no haya caído en episodios de violencia interna como los disturbios registrados en 2021 en ciudades con población mixta.
En cuanto a la interacción social, solo el 30% de los judíos está dispuesto a participar en actividades conjuntas con árabes o permitir que sus familiares lo hagan, mientras que el 60% de los árabes manifestó disposición a convivir en estos espacios con judíos.
El ataque del 7 de octubre de 2023 causó la muerte de aproximadamente 1.200 personas, incluyendo a ciudadanos árabes, y dejó 251 rehenes en manos de Hamás. Desde entonces, distintos estudios han examinado el impacto de la guerra en las relaciones entre ambas comunidades.
Un informe de diciembre de 2023, publicado por la Universidad de Tel Aviv, encontró indicios positivos de coexistencia. Según la investigación, el 57,8% de los árabes israelíes cree que la guerra ha generado un sentido de destino compartido con los judíos, una percepción superior al 51,6% registrado en una encuesta anterior de junio de 2024. No obstante, en noviembre de 2023, el 69,8% de los árabes consideraba que la guerra había dañado la solidaridad intercomunitaria en Israel.