El Jewish People’s Policy Institute publicó recientemente los resultados de una encuesta que revela las opiniones de los israelíes sobre la estrategia militar contra Hezbolá y la viabilidad de la paz con los palestinos.
Según la encuesta, un significativo 63% de los encuestados cree que Israel debería utilizar toda su fuerza contra Hezbolá en la primera oportunidad disponible o después del conflicto actual.
Por otra parte, un abrumador 79% piensa que es imposible alcanzar la paz con los palestinos en un futuro próximo, y un 44% sostiene que el gobierno, las FDI y el Shin Bet comparten la responsabilidad de los fracasos evidenciados el 7 de octubre.
La encuesta se realizó cinco meses después del atentado terrorista de octubre y la posterior evacuación de los residentes en el norte de Israel el 24 de marzo. Los resultados sugieren un marcado descenso de la confianza del público israelí hacia una resolución política del conflicto, reflejado en la opinión de que Israel debe atacar a Hezbolá (63%) y en la creencia de que no hay posibilidad de paz con los palestinos (79%).
La profesora Yedidia Stern, presidenta del instituto, comentó el profundo impacto que el ataque del 7 de octubre ha tenido en la percepción pública, indicando un cambio hacia la renuncia a soluciones políticas en favor de una acción decisiva.
En cuanto al momento de un ataque contra Hezbolá, las opiniones están divididas: El 29% apoya un ataque inmediato en Líbano, el 34% prefiere esperar hasta después de la campaña de Gaza y el 28% aboga por buscar una solución política que evite una escalada militar en el norte. Esta división se acentúa entre los partidarios de la coalición gubernamental, inclinados a la acción militar, y los de la oposición, partidarios de soluciones políticas.
El sondeo también arroja luz sobre las perspectivas de las relaciones con los palestinos: El 79% de los judíos y el 39% de los árabes ven poco factible un acuerdo de paz a corto plazo.
Mientras que los votantes de la coalición muestran un fuerte apoyo al endurecimiento del control sobre los palestinos y a la expansión de los asentamientos, los votantes de la oposición tienden a preferir la separación y la búsqueda de acuerdos políticos.
Curiosamente, un tercio de los judíos israelíes está a favor de un mayor control sobre los palestinos y considera la anexión de Cisjordania, mientras que otro tercio está a favor de la separación y el aumento de la seguridad.
La opinión pública israelí divide la responsabilidad por el incidente del 7 de octubre
En cuanto a la responsabilidad por no haber evitado el atentado del 7 de octubre, el 44% de los participantes en la encuesta cree que el gobierno, las FDI y el Shin Bet comparten a partes iguales la culpa.
El 31% cree que la responsabilidad recae principalmente en las FDI y el Shin Bet, mientras que el 20% señala únicamente al gobierno. Shmuel Rosner, redactor de la encuesta, apunta a un cambio en la percepción pública sobre el reparto de la responsabilidad del “fracaso” entre las esferas política y militar.
“Los resultados muestran una disminución de quienes culpan exclusivamente al Gobierno, un ligero aumento de quienes responsabilizan a las FDI y al Shin Bet, y un incremento de quienes creen en una responsabilidad compartida”, explicó Rosner.
Estabilidad en la confianza en el liderazgo militar y político de Israel
Las cinco encuestas realizadas por el Jewish People’s Policy Institute desde el comienzo del conflicto reflejan estabilidad en la confianza pública en el liderazgo militar y político del país.
La confianza en los mandos de las FDI ha experimentado un ligero descenso desde el comienzo de la guerra, manteniéndose estable en el último mes. La confianza en el primer ministro Binyamin Netanyahu ha sido relativamente baja desde el comienzo del conflicto, apenas superando el 30%. Sin embargo, entre los partidarios del Likud y del Shas, más de la mitad expresan una confianza muy alta en su liderazgo.
En cuanto a la confianza en el gobierno en general, alrededor de un tercio de los encuestados judíos lo apoyan. Entre la comunidad árabe, el 16% muestra una confianza alta o muy alta en el gobierno, mientras que un tercio indica una confianza muy baja.
Estos resultados ponen de relieve el complejo entramado de percepciones y confianza de la sociedad israelí ante los actuales retos políticos y de seguridad, destacando la división de opiniones sobre la gestión del conflicto y la confianza en las autoridades.