Tras la aprobación de las regulaciones por parte de los legisladores israelíes, se espera que los Estados Unidos, comiencen a permitir que los empresarios israelíes y sus empleados soliciten autorizaciones de trabajo a través del programa de visa de inversionista E-2.
La vía hacia la participación israelí en el programa E-2 comenzó con un tratado firmado entre los dos países hace años. Pero la implementación quedó rezagada porque la ley israelí no contenía una disposición equivalente para que los ciudadanos estadounidenses inviertan en Israel y obtengan autorización para trabajar.
Israel se convertirá en el país número 40 en unirse al programa de visas E-2, un desarrollo que podría beneficiar a la gran cantidad de nuevas empresas israelíes establecidas cada año que se dirigen a los clientes en el mercado de EE. UU.
La falta de reciprocidad se resolvió el martes cuando el Comité de Asuntos Internos de la Knéset (parlamento israelí) creó la visa B-5 para los empresarios estadounidenses interesados en desarrollar sus negocios en Israel.
Hasta ahora, los israelíes podían obtener autorización de trabajo en los EE. UU. Principalmente a través de dos programas de visa, que tienen requisitos relativamente onerosos. Muchas empresas estadounidenses mantienen oficinas en Israel y emplean a miles de personas que potencialmente podrían solicitar visas.
Según E-2, los solicitantes son elegibles para la autorización de trabajo si realizan una inversión sustancial para establecer o adquirir una empresa en los EE. UU. El nivel de inversión depende de la naturaleza del negocio, pero las aplicaciones deben mostrar cómo su plan conducirá a la creación de nuevos empleos en los EE. UU. El programa también permite a los inversores ocupar puestos clave en sus empresas con otras personas de la misma nacionalidad.