Las acciones de Intel subieron casi un 10% tras un informe sobre posibles medidas para enfrentar su falta de liquidez.
Intel contempla dividirse en dos entidades para mejorar su liquidez
El viernes, las acciones de Intel experimentaron un incremento cercano al 10% luego de que Bloomberg informara que la junta directiva de la empresa estaba considerando opciones estratégicas para abordar sus problemas de liquidez. Entre las medidas se baraja la posibilidad de vender algunas divisiones y dividir la empresa en dos entidades: una enfocada en la producción y otra en el desarrollo de chips. Esta decisión se tomaría en un contexto en el que Intel busca protegerse de posibles adquisiciones hostiles tras retrasos en la estrategia impulsada por su CEO, Pat Gelsinger, de abrir sus capacidades de producción a competidores.
Desde que Gelsinger asumió el cargo de CEO en 2021, ha intentado enfocar los esfuerzos de Intel en dos frentes principales. Por un lado, buscaba un avance tecnológico significativo que permitiera a Intel competir con la compañía taiwanesa TSMC. Por otro, intentaba abrir las capacidades de producción de Intel para fabricar chips de otras empresas, como Nvidia y AMD. Sin embargo, estos planes han encontrado obstáculos, incluido un fracaso en capitalizar la revolución de la inteligencia artificial mediante los chips Gaudi de Intel, lo que ha afectado negativamente su flujo de caja y márgenes de beneficio bruto.
Ante esta situación, los inversores de Intel presionan para que la compañía separe su negocio de producción en una empresa independiente, ya sea mediante una oferta pública inicial o vendiéndola a un tercero. Aunque Gelsinger se mostró inicialmente reacio a esta idea, ahora parece estar considerando la separación. “Tiene sentido”, comentó Orr Danon, CEO de Hailo Technologies, a “Globes”. Danon señaló que países occidentales, especialmente Estados Unidos, prefieren que empresas estadounidenses manejen su producción para reducir la dependencia de Asia.
Presión de inversores lleva a Intel a considerar opciones drásticas
La posible división de Intel no es una idea nueva y responde, en parte, a la presión de los inversores que buscan emular el éxito de AMD. En 2008, AMD escindió su negocio de producción, vendiendo el control de este a Mubadala Investment Company, transformando esa división en GlobalFoundries. Esta compañía escindida es ahora el tercer mayor fabricante de chips del mundo y coopera con gigantes tecnológicos como Google, además de haber ganado recientemente una licitación de producción para el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
AMD enfrentó dificultades iniciales tras la separación, pero la compañía logró reposicionarse en el mercado bajo la dirección de su CEO Lisa Su, quien adoptó una estrategia centrada en el desarrollo de tecnologías de computación y gráficos de alto rendimiento. Esto permitió a AMD ganar cuota de mercado frente a Intel y Nvidia. Actualmente, las acciones de AMD han subido un 7% en lo que va del año, y la compañía tiene un valor de mercado 2,5 veces mayor que el de Intel.
A pesar de las presiones, algunos analistas no están convencidos de que una escisión en Intel sea factible. Ian Cutress señala que el negocio de producción de Intel está generando pérdidas y muchas de sus líneas de producción están adaptadas exclusivamente a su tecnología. Según Cutress, es probable que estas instalaciones no estén listas para producir para terceros hasta al menos 2027, lo que podría complicar aún más los planes de una separación.
Impacto potencial de la división de Intel en sus operaciones en Israel
Si Intel decide dividirse, las operaciones en Israel podrían verse afectadas significativamente. La expansión en este país ha sido prioritaria, pero con la actual situación de conflicto y la posible escisión, esa prioridad podría disminuir. La empresa ya ha recortado recientemente el presupuesto para el alquiler de coches para sus empleados en Israel y para su aceleradora de startups, Intel Ignite. Además, la venta de alguna de sus divisiones podría conllevar la entrada de inversores de capital privado, lo que traería consigo una nueva inyección de capital.
Intel mantiene importantes operaciones de desarrollo en las ciudades israelíes de Haifa y Petah Tikva, donde emplea a más de 7.000 personas. Orel Levy, asesor de fondos tecnológicos en More Investment House, señala que una inyección de capital proveniente de un fondo de inversión podría proporcionar un respiro a estas actividades. Existe también la posibilidad de que alguna empresa de chips, como Broadcom, pueda adquirir estas divisiones, aprovechando su interés en expandir su actividad en el área de servidores y su presencia activa en Israel.
No obstante, Levy advierte que Broadcom aún se encuentra integrando la adquisición de VMware, lo que podría limitar su capacidad para realizar otra compra significativa a corto plazo.