La ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, pide a todo el G7 que prohíba las importaciones de petróleo de Rusia y afirma que las principales economías del mundo deben “ir más lejos y más rápido” en el castigo a Moscú y al presidente Vladimir Putin por invadir Ucrania.
“Debemos redoblar nuestras sanciones. Eso incluye… que el G7 ponga fin a su uso del petróleo y el gas rusos” y la prohibición de que los bancos rusos utilicen el sistema de mensajería bancaria SWIFT, afirma Truss en una rueda de prensa conjunta en el Departamento de Estado de EE. UU. junto al secretario de Estado Antony Blinken.