Hungría ha planteado dudas sobre la renovación automática de las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, que están programadas para renovarse en los próximos días. Gergely Gulyas, ministro del gabinete húngaro, afirmó el jueves que este proceso requiere un “debate” entre los 27 Estados miembros de la UE, ya que la aprobación debe ser unánime.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha pedido en varias ocasiones que la UE revise su postura respecto a las sanciones, especialmente tras el regreso de Donald Trump al escenario político en Estados Unidos. Según Gulyas, la elección de Trump representa una “nueva situación” que justifica reconsiderar estas medidas.
Por otro lado, el expresidente Trump, a través de su plataforma Truth Social, ha instado a Rusia a negociar un acuerdo para finalizar la guerra en Ucrania, advirtiendo que de lo contrario enfrentará impuestos, aranceles y más sanciones. “Podemos hacerlo de la manera fácil o de la manera difícil”, escribió Trump.
En paralelo, la UE evalúa imponer restricciones graduales a las importaciones de gas natural licuado (GNL) procedente de Rusia. Aunque el suministro de gas por gasoducto a través de Ucrania se detuvo tras la expiración del acuerdo de tránsito a finales de 2024, las importaciones de GNL ruso han aumentado considerablemente en los últimos meses, lo que ha generado preocupación entre varios estados miembros que buscan reducir esta dependencia.
La Comisión Europea está considerando presentar en febrero una hoja de ruta para una retirada progresiva del GNL ruso. Según fuentes citadas por *Bloomberg*, esta estrategia podría incluir sanciones específicas o medidas adicionales para limitar el suministro ruso de GNL.
El debate sobre las sanciones y las posibles restricciones al GNL ruso refleja las tensiones dentro del bloque, donde algunos países presionan por una postura más estricta frente a Rusia mientras otros, como Hungría, piden reconsiderar estas medidas.