El gigante sueco de muebles y accesorios para el hogar IKEA dijo que estaba eliminando los plásticos de un solo uso de sus tiendas en Israel. La compañía se comprometió el año pasado a eliminar los plásticos de un solo uso de sus tiendas en todo el mundo en 2020, incluyendo pajitas, platos, tazas, bolsas y bolsas de basura.
La medida entrará en vigor en Israel a principios de 2020 y cubrirá tanto la venta de plásticos de un solo uso como su uso en los restaurantes dentro de las tiendas, informó el miércoles el diario de negocios Globes.
La tienda reemplazará las pajillas de plástico desechables por otras alternativas, incluyendo papel y acero inoxidable.
La cadena continuará vendiendo utensilios de plástico que no son desechables.
Las tiendas de Israel también venderán productos de muebles de plástico que son menos dañinos para el medio ambiente, como cortinas y alfombras hechas de materiales plásticos reciclados.
La compañía, el mayor minorista de muebles del mundo, opera más de 420 tiendas en 52 países, incluyendo cinco en Israel.
La cadena tiene megastores en Netanya (fundada en 2001), Rishon Lezion (2010), la ciudad norteña de Kiryat Ata (2014) y la ciudad sureña de Beer Sheba (2018), y una nueva tienda masiva de 25.000 metros en Eshtaol, cerca de Beit Shemesh, que se inaugurará en 2020. Un punto de venta más pequeño en el puerto de Tel Aviv se centra en los productos de cocina.
La cadena de café Landwer a principios de este mes fue la primera compañía de su tipo en Israel en anunciar la eliminación de las pajitas de plástico en sus tiendas, reportó Globes.
Israel es el segundo mayor consumidor per cápita de plástico de un solo uso en el mundo y el 90 por ciento de su basura en las playas es de plástico.
Tel Aviv ocupa el tercer lugar en cuanto a contaminación plástica en su costa entre las ciudades de 22 países mediterráneos, según un informe de junio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Según el informe, la región de Tel Aviv tiene un promedio de 21 kilogramos (46 libras) de desechos plásticos por kilómetro de costa, uno de los más altos del Mediterráneo después de la región de Cilicia de Turquía y la Barcelona de España.
Los plásticos que terminan en los mares y océanos son un problema cada vez más común, matando la vida silvestre marítima, contaminando los peces y los mariscos que entran en la cadena alimenticia, y provocando cientos de millones de dólares de pérdidas en el turismo y las industrias relacionadas con el mar.