Las importaciones de carbón térmico en Europa están proyectadas a disminuir en un 60 % en octubre en comparación con 2022, influenciadas por una demanda reducida y altos inventarios.
Europa se prepara para una significativa reducción en sus importaciones de carbón térmico este mes, esperando una caída del 60 % en comparación con octubre de 2022, una situación atribuida a la disminución de la demanda y a las reservas considerables existentes, de acuerdo con información preliminar de Kpler mencionada por Montel.
Se anticipa que las adquisiciones combinadas de países como los Países Bajos, el Reino Unido, Alemania, Italia, España, Bélgica y Francia se sitúen en torno a los 2 millones de toneladas en octubre. Esto representa una disminución desde los 2,8 millones de toneladas reportadas en el mismo período del año anterior, según los datos provistos por Kpler.
Este descenso se ve influenciado por los inventarios sobresaturados de carbón térmico y una demanda menguante previa a la temporada invernal, factores que han presionado a la baja los precios, dando como resultado adquisiciones e importaciones mínimas en Europa.
Un comerciante de una firma alemana indicó a Montel que, pese a los precios reducidos del carbón y el incremento en los del gas natural, Europa no ha evidenciado un cambio sustancial hacia el uso de carbón.
La participación del carbón en la producción de electricidad ha experimentado un declive constante en años recientes en Europa, con múltiples países comprometiéndose a su eliminación gradual. Sin embargo, la crisis de energía y gas del año pasado ha generado que compañías eléctricas y gobiernos mantengan centrales de carbón como respaldo para asegurar el suministro durante los picos de demanda en invierno.
Ejemplificando esta tendencia, el gobierno alemán recientemente anunció la reactivación de varias plantas de carbón para el próximo invierno, con el objetivo de conservar gas natural y prevenir un déficit en el suministro eléctrico.
Unidades específicas operadas por RWE y LEAG en las centrales de Niederaußem, Neurath y Jaenschwalde serán reiniciadas de forma temporal hasta marzo de 2024. Esta medida preventiva, según explicó el Ministerio de Economía y Acción Climática, busca garantizar la estabilidad del suministro eléctrico durante el invierno entrante, reviviendo unidades que ya habían sido utilizadas en el invierno de 2022/2023, cuando Alemania enfrentó una notable escasez de gas tras la interrupción de suministros desde Rusia. Estas capacidades de reserva de carbón habían sido suspendidas durante el verano, hasta la reciente decisión de su reactivación.