Accionistas propusieron reexaminar presencia en Israel por motivos geopolíticos, pero la junta liderada por Lip-Bu Tan la desestimó.
Accionistas de Intel no logran cambiar estrategia en Israel
En la primera reunión de accionistas desde que asumió como director ejecutivo de Intel, Lip-Bu Tan y la gerencia de la compañía rechazaron una propuesta de accionistas para reevaluar las operaciones en Israel. La iniciativa, motivada por consideraciones geopolíticas, buscaba que la empresa realizara una discusión interna formal sobre su presencia e inversiones en el país, donde opera una de sus principales plantas de desarrollo y fabricación fuera de Estados Unidos. Según un informe de Reuters, la propuesta fue una de tres que los accionistas presentaron y que fueron desestimadas en la reunión del 6 de mayo de 2025. La planta de Kiryat Gat, que emplea a miles de trabajadores, es un pilar clave de la estrategia global de Intel, especialmente en la producción de semiconductores avanzados.
La reunión marcó un momento significativo para Tan, quien asumió el cargo en marzo de 2025 tras la salida de Pat Gelsinger, destituido por la junta en diciembre de 2024 debido a la falta de resultados en su plan de recuperación. La propuesta de revisar las operaciones en Israel reflejaba preocupaciones de algunos inversionistas sobre los riesgos asociados con el entorno geopolítico en Medio Oriente. Sin embargo, la gerencia de Intel mantuvo su postura, destacando la importancia estratégica de sus instalaciones en Israel, que han operado en el país durante casi cinco décadas. En diciembre de 2023, Intel reafirmó su compromiso con una inversión adicional de 15 mil millones de dólares en la expansión de la planta de Kiryat Gat, respaldada por un subsidio de 3.2 mil millones de dólares del gobierno israelí.
Las operaciones de Intel en Israel no solo incluyen la fabricación de chips, sino también centros de investigación y desarrollo que han sido fundamentales para innovaciones en procesadores y tecnologías de inteligencia artificial. La planta de Kiryat Gat, ubicada al sur de Israel, es una de las más avanzadas de la compañía y produce chips de última generación utilizados en servidores y dispositivos de alto rendimiento. En 2024, Intel enfrentó rumores sobre la posible cancelación de su inversión en Israel, pero la compañía desmintió estas afirmaciones, reafirmando su compromiso a largo plazo con la región. La decisión de mantener las operaciones intactas se alinea con la visión de Tan de fortalecer la división de fundición, Intel Foundry, que fabrica chips para clientes externos como Microsoft y Amazon.
La rechazo de la propuesta también responde a la necesidad de Intel de estabilizar su posición financiera y competitiva tras años de pérdidas de cuota de mercado frente a rivales como TSMC y Nvidia. Bajo el liderazgo de Tan, la compañía ha implementado una reestructuración que incluye la reducción de capas gerenciales y un enfoque renovado en la fabricación de chips para inteligencia artificial. La presencia en Israel, con su ecosistema tecnológico robusto y mano de obra altamente calificada, sigue siendo un componente crítico de esta estrategia. En la reunión de accionistas, también se aprobó un plan de incentivos de capital por 42 millones de dólares para Tan, ligado al desempeño de las acciones de Intel, que han caído un 36% en el último año.
Datos clave sobre las operaciones de Intel en Israel
- Intel opera en Israel desde 1974, siendo una de las primeras empresas tecnológicas en establecerse en el país.
- La planta de Kiryat Gat produce chips avanzados y emplea a más de 7,000 trabajadores directamente.
- En 2023, Intel acordó comprar bienes y servicios de proveedores israelíes por 16 mil millones de dólares durante la próxima década.
- Israel aporta aproximadamente el 10% de los ingresos globales de Intel, según estimaciones de la industria.
- La inversión de 15 mil millones de dólares en Kiryat Gat está programada para completar su expansión en 2027.
Lip-Bu Tan refuerza la estrategia de Intel en tecnología avanzada
El liderazgo de Lip-Bu Tan ha estado marcado por una reorientación hacia la eficiencia operativa y la recuperación de la competitividad de Intel en el mercado de semiconductores. Desde su llegada, Tan ha simplificado la estructura de liderazgo, eliminando capas de gerencia intermedia que, según analistas, ralentizaban la toma de decisiones. Esta reestructuración busca liberar recursos para inversiones en tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y la fabricación de chips personalizados. La decisión de mantener las operaciones en Israel refuerza el enfoque de Tan en aprovechar los centros de excelencia tecnológica de la compañía, especialmente en regiones con un historial probado de innovación.
La planta de Kiryat Gat no solo es un centro de producción, sino también un símbolo del compromiso de Intel con el desarrollo tecnológico en Israel. En 2023, el entonces director ejecutivo, Pat Gelsinger, destacó la resiliencia del pueblo israelí y el papel de Intel como un socio estratégico en el país, incluso en medio de tensiones regionales. Esta postura fue respaldada por Tan, quien ha resaltado la importancia de mantener una cadena de suministro global diversificada. A pesar de las preocupaciones geopolíticas planteadas por los accionistas, Intel ha argumentado que su presencia en Israel ofrece estabilidad y acceso a talento de primer nivel, factores esenciales para competir con fabricantes asiáticos como TSMC.
El contexto geopolítico que motivó la propuesta de los accionistas incluye la guerra en curso en la región de Medio Oriente, que ha generado debates sobre las operaciones de empresas multinacionales en Israel. Sin embargo, Intel ha evitado vincular directamente sus decisiones comerciales con estas dinámicas, enfocándose en cambio en los méritos estratégicos y económicos de su presencia en el país. La compañía también ha enfrentado críticas por las inversiones personales de Tan en empresas tecnológicas chinas, algunas con presuntos vínculos militares, pero Intel ha mantenido que estas actividades no afectan su dirección estratégica ni sus operaciones en Israel.
La reunión de accionistas también abordó otras propuestas rechazadas, como la solicitud de nuevos informes sobre donaciones caritativas y la posibilidad de que los accionistas actúen por consentimiento escrito. Estas decisiones reflejan la prioridad de la gerencia de mantener el control sobre la dirección estratégica de Intel, especialmente en un momento en que la empresa busca recuperar la confianza de los inversionistas. Las acciones de Intel, que cerraron con una caída del 1.6% tras la reunión, reflejan los desafíos que enfrenta la compañía, pero la aprobación del paquete de compensación de Tan sugiere un respaldo a su visión a largo plazo.
Intel y el futuro de la fabricación de semiconductores
La estrategia de Intel bajo Lip-Bu Tan se centra en transformar a la compañía en un líder de la industria de fundición, un sector dominado por TSMC. La presencia en Israel juega un papel crucial en este plan, ya que la planta de Kiryat Gat está equipada para producir chips con nodos de fabricación avanzados, como los de 3 nanómetros, que son esenciales para aplicaciones de inteligencia artificial y computación de alto rendimiento. En 2024, Intel aseguró contratos con el Departamento de Defensa de Estados Unidos por 3 mil millones de dólares para fabricar chips seguros, un acuerdo que refuerza la importancia de sus instalaciones globales, incluidas las de Israel.
La inversión en Israel también se beneficia de incentivos gubernamentales y de un ecosistema tecnológico que incluye universidades de primer nivel y startups innovadoras. En los últimos años, Intel ha adquirido empresas israelíes como Mobileye y Habana Labs, integrando sus tecnologías en su portafolio de inteligencia artificial y conducción autónoma. Estas adquisiciones han fortalecido la posición de Intel en mercados emergentes, a pesar de los retos financieros que enfrenta la compañía, como las pérdidas de 1.6 mil millones de dólares reportadas en su división de fundición en 2024.
El rechazo de la propuesta de los accionistas para revisar las operaciones en Israel subraya la confianza de Intel en su estrategia global. Aunque las preocupaciones geopolíticas persisten, la compañía ha optado por priorizar la continuidad operativa y la innovación tecnológica. La planta de Kiryat Gat, que representa una de las mayores inversiones extranjeras en Israel, sigue siendo un activo clave para Intel, no solo por su capacidad de producción, sino también por su rol en el desarrollo de tecnologías que definirán el futuro de la industria de semiconductores.
A medida que Intel avanza bajo el liderazgo de Tan, la compañía enfrenta la presión de demostrar que puede recuperar su posición como líder en el mercado global de chips. La decisión de mantener y expandir sus operaciones en Israel refleja una apuesta por la estabilidad y el potencial de crecimiento en una región que ha demostrado ser un centro de excelencia tecnológica durante décadas. Con una inversión significativa y un enfoque renovado en la eficiencia, Intel busca posicionarse como un competidor formidable en un sector cada vez más competitivo.