Ezra Gardner continúa viajando a Israel mensualmente para apoyar a startups, mientras la incertidumbre económica impacta las inversiones extranjeras.
Viajes de Ezra Gardner para apoyar al ecosistema tecnológico
El capitalista de riesgo israelí-estadounidense Ezra Gardner ha mantenido sus viajes mensuales a Israel desde Estados Unidos, a pesar de la guerra en curso con el grupo terrorista Hamás iniciada en octubre pasado. Aunque las aerolíneas extranjeras suspendieron la mayoría de sus rutas directas, Gardner sigue encontrando formas de llegar, incluyendo escalas prolongadas en Europa.
Esta semana, voló desde Denver, Colorado, realizando una larga escala en Frankfurt, y su regreso incluye una noche en Londres. Según sus palabras, “ir y volver a casa es un desafío único cada vez”. Dedica una semana al mes a Israel, de la cual cuatro días los pasa viajando y tres días trabajando directamente con startups locales.
Gardner, cofundador de Varana Capital, destacó que su objetivo principal es apoyar a las empresas emergentes israelíes que enfrentan una escasez crítica de capital. Según explicó: “El estallido de la guerra ha generado un grave problema para la afluencia de capital extranjero, del cual depende el ecosistema tecnológico de Israel”. Por ello, considera que este es un momento clave para invertir en el país.
Datos clave sobre las inversiones extranjeras en Israel
- Gardner recauda fondos a través del fondo de emergencia Chai 10x, que logró reunir 50 millones de dólares.
- En 2024, el 80% de las inversiones en startups israelíes provienen de capital extranjero.
- La inversión extranjera en Israel ha disminuido en aproximadamente 6.000 millones de dólares en los últimos 12 meses.
- El sector tecnológico representa más de un tercio de los ingresos fiscales de Israel.
- Startups apoyadas incluyen Nakai Robotics y Addionics, centradas en robótica y tecnología de baterías, respectivamente.
Impacto de la guerra en el sector tecnológico israelí
A pesar de los desafíos, el sector tecnológico de Israel se ha mantenido relativamente operativo durante los 14 meses de guerra, incluso cuando muchos empleados clave fueron llamados a filas de reserva. Sin embargo, la incertidumbre geopolítica y la suspensión de vuelos han complicado el acceso de las empresas a los inversores extranjeros.
Gardner afirmó que la ausencia de pasajeros extranjeros en el aeropuerto Ben Gurion es un indicador del declive económico. “Si no hay tráfico de pasajeros extranjeros en Ben Gurion, la gente no trae dinero aquí”, señaló. Este contexto dificulta la financiación que las startups necesitan para mantenerse operativas.
Ante este escenario, Varana Capital lanzó el fondo de emergencia Chai 10x, que ha permitido realizar 11 inversiones en startups israelíes enfocadas en sectores como tecnología médica, robótica y movilidad. Estas empresas buscan acceder a capital extranjero para expandir sus operaciones.
Problemas en la recaudación de fondos internacionales
Gardner detalló que la recaudación de fondos ha sido especialmente complicada, incluso entre inversores sionistas estadounidenses. Señaló que muchos prefieren realizar donaciones caritativas en lugar de apostar por inversiones en Israel debido a percepciones de riesgo político y económico.
El capital recaudado por el fondo Chai, aunque significativo, es insuficiente para cubrir las necesidades del ecosistema. Gardner mencionó que esto está llevando a despidos y cierres de startups prometedoras. Además, advirtió que en 2024, los fondos estadounidenses han alcanzado un mínimo histórico en inversiones en Israel, en contraste con otros mercados globales que se han recuperado.
Mientras tanto, el sector tecnológico continúa concentrando gran parte de las inversiones en un número reducido de empresas, especialmente en el área de ciberseguridad. Esto ha reducido los recursos disponibles para otros sectores clave como la tecnología agrícola y médica.
Propuestas para mitigar la crisis de inversión
Gardner instó a los bancos israelíes a proporcionar préstamos a las startups para financiar la fabricación de productos y generar ingresos. De lo contrario, advirtió, muchas empresas con alto potencial podrían cerrar sus puertas.
Mirando hacia el futuro, Gardner se mostró optimista respecto a 2025, cuando espera que sea más fácil recaudar fondos. Sin embargo, también expresó escepticismo sobre un posible regreso masivo de inversores extranjeros a corto plazo, dada la actual falta de vuelos directos y apoyo económico suficiente.
Finalmente, subrayó que la resiliencia del ecosistema tecnológico dependerá de un equilibrio entre el respaldo público del gobierno israelí y la confianza de los inversores extranjeros en el mercado privado.