El flujo de crudo entre Irak y Turquía experimenta más retrasos, extendiéndose hasta octubre, relacionados con temas diplomáticos y técnicos.
Visitante diplomática clave para reanudación
Los flujos de petróleo entre Irak y Turquía, suspendidos desde el 25 de marzo, dependen de la visita del presidente turco, Tayyip Erdogan, a Bagdad programada para octubre.
Originalmente, la visita estaba programada para agosto, pero se retrasó por motivos aún no revelados.
Estas interrupciones y discusiones se remontan a la decisión de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) en marzo, que detuvo los flujos por exportaciones no autorizadas.
Exportaciones no autorizadas y compensaciones
La CCI determinó exportaciones de petróleo no autorizadas por el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) entre 2014 y 2018 a través del oleoducto Irak-Turquía y el puerto de Ceyhan.
Como resultado, ordenó a Turquía compensar al gobierno iraquí con 1.500 millones de dólares.
Desde la suspensión, las discusiones entre las dos naciones para reanudar los flujos de petróleo han encontrado repetidos retrasos, con causas técnicas y políticas.
Pérdidas económicas para el GRK
El GRK ha experimentado significativas pérdidas económicas, dejando de percibir miles de millones en ingresos petroleros desde que se detuvo el flujo de petróleo.
A pesar de un acuerdo entre Irak y el Kurdistán para reanudar las exportaciones, el trato entre Turquía y Bagdad sigue en el aire.
Dentro de los acuerdos previos, el GRK había empezado a entregar entre 50.000 y 60.000 barriles diarios (bpd) a Bagdad desde junio.
Exportaciones del Kurdistán y OPEP
Las exportaciones de crudo del Kurdistán, que totalizan unos 400.000 bpd enviados a Ceyhan y luego a mercados globales, fueron detenidas por el gobierno federal de Irak en marzo.
Irak, que es el segundo productor de la OPEP después de Arabia Saudí, mantiene sus exportaciones únicamente a través de terminales del sur.