Irán ha anunciado su colaboración con Venezuela para establecer una refinería en Homs, Siria, con una capacidad diaria de 140.000 barriles.
Memorando trilateral: Un paso hacia la independencia energética en Siria
Según Jalil Salari, líder de la Compañía Nacional Iraní de Refinación y Distribución de Petróleo (NIORDC), se ha firmado un acuerdo entre Siria, Irán y Venezuela. El objetivo principal es establecer una refinería con una capacidad diaria de 140.000 barriles para cubrir las necesidades energéticas de Siria y las naciones vecinas.
Este esfuerzo es complementario a las refinerías existentes en Homs y Bania. Además, Salari mencionó que ingenieros iraníes ya han efectuado reparaciones en la refinería Homs durante una visita anterior.
El equipo detrás de los estudios previos para esta nueva infraestructura proviene de la Compañía Nacional de Petróleo Iraní (NIOC).
Desafíos y cooperación: Superando las sanciones occidentales
A pesar de las fuertes sanciones de Occidente que impactaron a las industrias petroleras de los tres países, este acuerdo histórico demuestra la resiliencia y cooperación entre naciones. Irán ha sido clave proporcionando apoyo técnico, material y militar a tanto Siria como Venezuela, ayudándolos a superar adversidades.
Recientemente, Venezuela reactivó la refinería El Palito con la ayuda de expertos iraníes. Además, existe un esfuerzo conjunto para renovar el principal complejo refinador venezolano, el Centro de Refinación de Paraguaná, combinando tecnologías chinas e iraníes.
Repercusiones económicas y geopolíticas en la región
Con la nueva refinería en Homs, Siria espera recuperar parte de los más de 100.000 millones de dólares en ingresos perdidos desde el inicio del conflicto, en gran parte debido a acciones de potencias occidentales y al robo de petróleo por fuerzas estadounidenses.
El expresidente estadounidense Donald Trump anteriormente admitió la intención de EE. UU. de controlar las reservas petroleras sirias. Esta estrategia ha tenido un impacto significativo en la economía local, con el desvío de petróleo sirio a áreas como el Kurdistán iraquí para beneficiar entidades como la AANES, respaldada por bases militares estadounidenses.
Por su parte, Irán también enfrenta desafíos con el contrabando de combustibles, intensificando sus operaciones de incautación en regiones como el mar Rojo.