Según se informa, el Ministerio de Asuntos Exteriores advirtió al gabinete de seguridad en una reunión reciente que Israel se dirige hacia una confrontación con la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a menos que se impongan restricciones estrictas a las inversiones chinas en el país.
Como resultado, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu decidió posponer la votación, prevista para la reunión del 24 de julio, sobre el establecimiento de un mecanismo para monitorear las inversiones chinas en Israel, y ordenó discusiones para revisar el plan de manera que satisfaga a la Casa Blanca, informó el lunes el Canal 13, citando a dos ministros sin nombre que participaron en la reunión.
En marzo, Trump supuestamente advirtió a Netanyahu que si Israel no frenaba sus vínculos con China, su relación de seguridad con Estados Unidos podría sufrir.
Mensajes similares han sido transmitidos en los últimos meses por altos funcionarios de la administración Trump, incluyendo al Asesor de Seguridad Nacional John Bolton y al Secretario de Estado Mike Pompeo.
El informe describe el asunto como la principal causa de fricción entre la administración Trump y el gobierno de Netanyahu en los últimos dos años. Cita a altos funcionarios israelíes diciendo que los estadounidenses han expresado en los últimos meses su irritación debido a la percepción de que Netanyahu se está «arrastrando».
Durante la discusión del gabinete de seguridad, el personal del Ministerio de Relaciones Exteriores analizó la sugerencia del Asesor de Seguridad Nacional Meir Ben Shabbat de un mecanismo de supervisión, diciendo que era demasiado débil y que no incluía el monitoreo de inversiones en alta tecnología, un tema delicado para Washington.
“Si la decisión que tomamos no satisface a los estadounidenses, podría causar una confrontación con Estados Unidos”, dijeron.
Sin embargo, los representantes del Ministerio de Hacienda advirtieron que el endurecimiento excesivo de la supervisión y la restricción de las inversiones en alta tecnología podrían perjudicar a las empresas israelíes y llevar a otras a trasladar sus operaciones fuera del país.
Posteriormente, la votación se retrasó y Netanyahu instruyó a Ben Shabbat para que mantuviera más conversaciones con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Finanzas y el embajador de Estados Unidos, Ron Dermer, a fin de formular un plan que equilibre a ambas partes, según el informe.
Ese plan se someterá a votación el miércoles, según el informe, que citó a un alto funcionario de la Casa Blanca que dijo: “Esperamos que los israelíes tomen medidas para abordar nuestras preocupaciones sobre China, incluyendo la aprobación de una resolución en el gabinete sobre el monitoreo de las inversiones chinas”.
China e Israel han intensificado sus lazos comerciales en los últimos años y han iniciado conversaciones de libre comercio.
En octubre, Netanyahu y el vicepresidente de China, Wang Qishan, copatrocinaron una conferencia de alto nivel sobre comercio e innovación en Jerusalén. Netanyahu anunció en ese momento que los dos países completarían un acuerdo de libre comercio en 2019, y que China planea invertir fuertemente en infraestructura israelí, incluyendo nuevos puertos y un tren ligero.
Las empresas chinas han hecho grandes avances en Israel, incluyendo la adquisición del gigante local de alimentos Tnuva en 2014, y acuerdos para gestionar los puertos clave de Haifa y Ashdod.
Durante su visita a Israel a principios de este año, el Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Bolton, alentó a los funcionarios israelíes a adoptar una postura más firme contra los fabricantes chinos de electrónica ZTE y Huawei.
Washington ha expresado su preocupación por la seguridad en relación con una propuesta para que China gestione el puerto de Haifa. La 6ª Flota de la Armada de los Estados Unidos suele desembarcar en Haifa y es un gran impulso económico para la ciudad. Las sucesivas administraciones y los líderes de ambas partes ven a China como una amenaza a la seguridad y desconfían de cualquier acuerdo que facilite su acceso a la seguridad estadounidense.