Los israelíes enfrentaron aumentos en los precios durante enero, especialmente en alimentos y frutas frescas, tras la implementación de nuevas subidas de impuestos. Así lo indican los datos de la Oficina Central de Estadísticas.
La inflación anual se aceleró al 3,8% en los últimos 12 meses, tras haber sido del 3,2% en diciembre y del 3,4% en noviembre. El rango de inflación anual objetivo del gobierno se sitúa entre el 1% y el 3%.
El índice de precios al consumidor (IPC), que mide el costo promedio de los bienes de consumo, aumentó un 0,6% en enero. Este aumento sigue a una caída del 0,3% en diciembre y del 0,4% en noviembre, con un incremento del 0,5% en octubre. Las previsiones de los analistas apuntaban a un aumento de entre el 0,5% y el 0,6%.
El 1 de enero entraron en vigor aumentos de impuestos, cuyo objetivo es aumentar los ingresos del Estado y cubrir el déficit fiscal derivado de los elevados gastos en defensa por la guerra. El impuesto al valor agregado (IVA) subió del 17% al 18%, afectando la compra de bienes y servicios, salvo los productos frescos.
Según la Oficina de Estadísticas, los precios de las frutas frescas aumentaron un 2,5%, los alimentos un 1%, y los gastos de mantenimiento del hogar subieron un 2,1%. La electricidad para los hogares se encareció un 4,1%.
No obstante, algunos productos vieron reducciones en sus precios. La ropa y el calzado bajaron un 4,2%, las verduras frescas disminuyeron un 2%, y los costos de los viajes, incluidos los vuelos internacionales, cayeron un 5,7%. Las tarifas hoteleras en Israel también disminuyeron un 5%.
En el sector inmobiliario, los alquileres por renovación de contrato aumentaron un 2,6%, mientras que los alquileres de nuevos inquilinos subieron un 3,3%.