Israel es la cuarta economía con mejores resultados en 2022 entre una lista de países de la OCDE, según una clasificación elaborada por The Economist.
El semanario británico citó la buena marcha de la economía israelí como una de las “agradables sorpresas” en 2022 “a pesar del caos político” provocado por la caída del Gobierno, que llevó a los israelíes a las urnas por quinta vez en menos de cuatro años.
La clasificación de The Economist se basa en una puntuación global medida por cinco indicadores económicos y financieros: deuda interior bruta (PIB), inflación, amplitud de la inflación, comportamiento del mercado de valores y deuda pública.
La economía de Israel compartió el cuarto puesto con España y se situó después de Irlanda entre los 34 países ricos de la OCDE citados en la encuesta. Grecia ocupó el primer puesto, seguida de Portugal en segundo lugar, mientras que Letonia y Estonia se situaron al final de la lista. Japón, Francia e Italia se colaron entre los 10 primeros. Por su parte, la economía estadounidense, que creció a un ritmo del 0,2%, ocupa el puesto 20, y Alemania, “a pesar de la estabilidad política”, el 30, según The Economist.
Según la encuesta, los países que no dependen del suministro de petróleo y gas de Rusia, como España e Israel, obtuvieron mejores resultados que la media.
“Los que dependen de Vladimir Putin para obtener combustible han sufrido de verdad”, señaló The Economist. “En Letonia, los precios medios al consumo han subido una quinta parte”.
Se prevé que la economía de Israel haya crecido a un ritmo del 6,3% en 2022, según las estimaciones del Ministerio de Hacienda, tras su expansión aún más rápida del 8,1% en 2021, el año de la recuperación de la pandemia del COVID-19. Esto contrasta con el crecimiento previsto del PIB del 3% entre las economías mundiales para este año, según una perspectiva de la OCDE.
Se espera que las exportaciones israelíes, que suponen alrededor del 30% de la actividad económica del país, hayan aumentado más de un 10% hasta alcanzar máximos históricos de entre 160.000 y 165.000 millones de dólares en 2022, según una estimación conservadora publicada el domingo por la Administración de Comercio Exterior (AEC) del Ministerio de Economía.
Las exportaciones de servicios, incluidos los servicios tecnológicos israelíes como los programas informáticos y diversas soluciones de investigación y desarrollo (I+D), superaron probablemente a las exportaciones de bienes por segundo año consecutivo, con un 51% para los servicios y un 49% para los bienes. Los servicios de programación e I+D siguen encabezando la lista de los servicios más exportados, con un 42% y un 14%, respectivamente, señala la FTA en el informe.
Europa es el mayor socio comercial de Israel, con un 38% de las exportaciones, seguida de América, con un 35%, y Asia, con un 24%.
En los últimos 12 meses, la inflación en Israel ha superado el límite superior del intervalo objetivo del 1% al 3% y se sitúa en el 5,3%, aunque es significativamente inferior a la de la mayoría de los países desarrollados.
De cara a 2023, el Ministerio de Hacienda recortó a principios de este mes sus perspectivas de crecimiento para la economía del país del 3,5% al 3%, citando una contracción del gasto de los consumidores y una ralentización de la economía mundial, que se espera que crezca a un ritmo de alrededor del 2,2%.