El gobierno propone prolongar hasta 2026 la confidencialidad de la Europe Asia Pipeline Company, tras críticas de grupos ambientalistas.
Propuesta de confidencialidad para empresa petrolera estatal
El gobierno de Israel publicó un proyecto de ley para extender por 18 meses las condiciones de confidencialidad que rigen sobre la Europe Asia Pipeline Company (EAPC), una empresa estatal que opera oleoductos clave entre Eilat y Ashkelon. La propuesta, presentada sin anuncio público en un sitio web gubernamental, estará abierta a comentarios hasta el 5 de mayo de 2025, dejando solo dos días hábiles para reacciones debido a festivos y fines de semana. La extensión requiere la aprobación del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knéset, presidido por Yuli Edelstein, del partido Likud. La Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel detectó el proyecto y expresó su oposición, argumentando que la falta de transparencia impide la supervisión ambiental.
La EAPC, antes conocida como Eilat Ashkelon Pipeline Company, gestiona un oleoducto de 254 km que transporta hasta 400,000 barriles diarios desde el mar Rojo al Mediterráneo y hasta 1.2 millones de barriles en dirección inversa. En 2024, el Comité de la Knéset rechazó una solicitud del Ministerio de Finanzas para extender el secreto por cuatro años, aprobando solo un mes adicional. La nueva propuesta de 18 meses responde a la expiración del actual acuerdo de confidencialidad el 1 de junio de 2025. El Ministerio de Justicia justificó la medida como necesaria para “proteger los intereses del Estado”, aunque no detalló las razones específicas debido a la sensibilidad del tema.
En abril de 2024, el Comité de la Knéset, liderado por Edelstein, relajó parcialmente las restricciones, permitiendo que inspectores con autorización de seguridad de autoridades locales y la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel accedan a información confidencial para supervisión ambiental en Eilat y Ashkelon. Esta decisión marcó un avance frente a las demandas de grupos ambientalistas, que han criticado la opacidad de la EAPC tras desastres como el derrame de 1.3 millones de galones de crudo en la Reserva Natural de Evrona en 2014, el peor incidente ambiental en la historia de Israel.
La EAPC fue fundada en 1968 como una empresa conjunta entre Israel y el Irán del shah, para transportar petróleo iraní a Europa a través de Eilat. Tras la Revolución Islámica de 1979, Israel nacionalizó la compañía, cortando lazos con Irán. La confidencialidad, establecida inicialmente por razones de seguridad nacional debido a la hostilidad de los estados árabes, prohíbe divulgar detalles sobre accionistas, acuerdos petroleros y gestión. Publicar dicha información se considera espionaje, con penas de hasta 15 años de prisión. En 2015, un tribunal suizo ordenó a Israel pagar $1.1 mil millones a Irán por la nacionalización, pero Israel se negó, citando su Ley de Comercio con el Enemigo.
Datos clave sobre la Europe Asia Pipeline Company
- Capacidad del oleoducto: Transporta 400,000 barriles diarios de Eilat a Ashkelon y 1.2 millones en dirección inversa.
- Incidente de 2014: Derrame de 1.3 millones de galones de crudo en la Reserva de Evrona, afectando flora y fauna.
- Acuerdo con EAU: En 2020, la EAPC firmó un memorando con MED-RED Land Bridge para transportar petróleo de los Emiratos Árabes Unidos a Europa.
- Inversión en seguridad: La empresa destinó $10 millones en unidades de combustión de vapores y otros $10 millones en mejoras al oleoducto.
- Proyecto de fibra óptica: En 2025, la EAPC anunció un cable de 254 km entre Ashkelon y Eilat para conectar Europa con Asia.
Contexto histórico y operaciones actuales de la EAPC
La EAPC opera no solo el oleoducto Eilat-Ashkelon, sino también terminales marítimas y depósitos de almacenamiento. Desde 2003, tras un acuerdo con Rusia, el oleoducto permite el flujo inverso, transportando petróleo desde el mar Negro y el Mar Caspio hacia Asia a través de Eilat. Este “puente terrestre” ofrece una ruta más corta y económica que el Canal de Suez. En 2020, la EAPC firmó un memorando de entendimiento con MED-RED Land Bridge, una empresa con propietarios israelíes y emiratíes, para transportar petróleo de los Emiratos Árabes Unidos a Europa. El acuerdo, firmado en presencia del entonces secretario del Tesoro de EE. UU., Steve Mnuchin, busca incrementar el volumen transferido en decenas de millones de toneladas anuales.
La EAPC asegura que los riesgos ambientales son mínimos. En 2021, ante una petición de grupos ambientalistas en la Corte Suprema, la empresa presentó un estudio de riesgos que estimó que un derrame significativo ocurriría solo cada 366,300 años y una fuga menor cada 24 años. Además, cada buque que atraca en Eilat cuenta con un seguro de $100 millones por evento. Sin embargo, la Zalul Environmental Association y otros grupos critican el acuerdo con los EAU, argumentando que amenaza los arrecifes de coral de Eilat y el turismo local.
La opacidad de la EAPC ha generado tensiones. En 2023, el gobierno propuso extender el secreto por cinco años, pero recibió 300 objeciones de organizaciones como la Autoridad de Naturaleza y Parques y el Movimiento por un Gobierno de Calidad. En 2024, se presentaron 380 objeciones contra una extensión de cuatro años. Los críticos sostienen que la confidencialidad, justificada inicialmente por la relación con Irán, ya no es necesaria y obstaculiza la supervisión de una empresa con un historial de incidentes ambientales.
La EAPC desempeña un rol estratégico, manejando el 75% de los insumos energéticos de Israel, incluyendo crudo, gas licuado y carbón. En 2025, la empresa anunció un proyecto para desplegar un cable de fibra óptica de 260 km junto al oleoducto, conectando Europa con los países del Golfo y Asia. Este proyecto, liderado por el CEO Itzik Levy, busca posicionar a Israel como un centro digital regional, además de monitorear posibles fugas en el oleoducto.
Marco estratégico y desafíos ambientales
La EAPC opera en un contexto geopolítico complejo. Su infraestructura es vital para la seguridad energética de Israel, especialmente tras acuerdos con socios como los EAU y Rusia. El oleoducto Eilat-Ashkelon reduce la dependencia del Canal de Suez, ofreciendo una alternativa eficiente para el comercio global de petróleo. Sin embargo, incidentes como el ataque con cohetes desde Gaza en 2021, que dañó un tanque en Ashkelon, destacan la vulnerabilidad de sus instalaciones.
Los grupos ambientalistas, como la Sociedad para la Protección de la Naturaleza, exigen mayor transparencia para garantizar que la EAPC cumpla con regulaciones ambientales. El derrame de 2014 en Evrona dañó gravemente la flora y fauna del desierto, y los críticos señalan que la construcción deficiente contribuyó al accidente. Aunque la EAPC invirtió en mejoras, como robots para inspeccionar tuberías y barreras para contener derrames, la confianza pública sigue erosionada.
El gobierno, liderado por el Likud, defiende la confidencialidad como una medida para proteger intereses nacionales, especialmente en un entorno regional volátil. La EAPC no solo abastece a Israel, sino que sirve a clientes internacionales, consolidando la posición del país como un nodo energético. La extensión de 18 meses busca equilibrar estas prioridades estratégicas con las demandas de supervisión ambiental, aunque el debate sobre la transparencia persiste.
El futuro de la EAPC dependerá de las decisiones del Comité de la Knéset y la capacidad de la empresa para mitigar riesgos ambientales mientras mantiene su relevancia en el mercado energético global. La propuesta actual refleja el compromiso del gobierno con la seguridad energética, pero enfrenta el desafío de responder a las crecientes demandas de accountability en un contexto de mayor conciencia ambiental.