El lunes, el Banco de Israel decidió conservar los costos de endeudamiento en 4,5%, a pesar de una inflación que subió el mes pasado y un crecimiento económico que avanza con lentitud, afectado por los gastos de guerra y el incremento en defensa del gobierno.
El banco central explicó: “Los eventos geopolíticos frenan la recuperación económica, que sigue a un ritmo moderado. La inflación anual creció, impulsada por aumentos de impuestos, y supera el rango objetivo del 1% al 3%”. Añadió que, debido a la guerra en curso, el comité monetario prioriza estabilizar mercados, reducir incertidumbre, mantener precios bajo control y respaldar la economía.
Además, el banco afirmó: “La tasa de interés dependerá de cómo la inflación se acerque a la meta establecida”.
Datos de la Oficina Central de Estadísticas revelan que en enero la inflación anual alcanzó 3,8%, frente al 3,2% de diciembre, tras alzas fiscales como el IVA, que pasó del 17% al 18%, para costear la guerra. El Banco de Israel prevé que la inflación retorne al rango objetivo en la segunda mitad del año.
Sin embargo, el comité monetario, liderado por el gobernador Amir Yaron, alertó que los riesgos persisten por “eventos geopolíticos, restricciones de oferta, volatilidad del shekel y factores fiscales”, lo que complica controlar la inflación.
Economistas, antes de la decisión, coincidieron en que el banco no bajaría pronto la tasa de interés, aunque estimaron que los costos de préstamos e hipotecas podrían disminuir este año, con un primer recorte posible en mayo.
En enero de 2024, el banco central recortó las tasas por primera vez en casi cuatro años, para apoyar a hogares y empresas golpeados por la guerra contra el grupo terrorista Hamás, cuando la inflación mostraba señales de alivio. Desde entonces, los costos de endeudamiento no han variado.
Jonathan Katz, macroeconomista de Leader Capital Markets, señaló: “El crecimiento lento del cuarto trimestre justifica un futuro recorte de tasas, pero el Banco de Israel espera datos del primer trimestre, especialmente sobre inflación. El gobernador teme presiones salariales y demanda inflacionaria, y opta por retrasar la flexibilización”.
Pese a un ritmo más débil entre octubre y diciembre, la economía creció 1% en 2024, superando expectativas, aunque la guerra con Hamás y enfrentamientos con Hezbolá, apoyado por Irán, elevaron el gasto gubernamental en militares y civiles, dañando exportaciones e inversiones.
Los precios de las viviendas siguen al alza, según el banco central, por la escasez de mano de obra en la construcción, aunque la brecha de empleo en ese sector, comparada con antes de la guerra, se redujo.
La Asociación de Fabricantes de Israel urgió al gobierno a facilitar la llegada de trabajadores extranjeros para aumentar la oferta laboral. Ron Tomer, su presidente, afirmó: “La falta de trabajadores limita al Banco de Israel para bajar tasas. Esto genera presiones salariales, subidas de precios e inflación, mientras los altos intereses perjudican a empresas y reducen el ingreso disponible de los hogares por mayores pagos hipotecarios”.
Si la inflación se modera en los próximos meses, Katz anticipa que el banco reducirá las tasas a 4,25% el 26 de mayo, con dos recortes más en agosto y noviembre, dejando los costos de endeudamiento en 3,75% a fin de año.