La Autoridad Aeroportuaria y el Aeropuerto Ben-Gurion han completado todos los requerimientos para lograr el “Listón Azul”, requerido por el Ministerio de Salud con el objetivo de reanudar los vuelos, pero el ministerio está postergando el permiso, informó gente familiarizada con el asunto al Jerusalén Post.
“El plan para abrir el cielo, preparado por los funcionarios del gobierno está solo en el papel; nadie tomará una decisión”, señaló una de las fuentes.
La división de investigación y desarrollo del Ministerio de Defensa, el departamento de investigación de la Fuerza Aérea y el Instituto de Ciencia Weizmann realizaron una evaluación de gestión de riesgos. Demostraron que el riesgo de morbilidad debido a los vuelos es bajo, según las fuentes. Sin embargo, la reanudación de estos sigue retrasándose, poniendo a toda la industria de la aviación del país “en un punto de no retorno”.
Los profesionales de la aviación, incluidos los pilotos y las empresas de servicios de viajes por tierra, perderán su certificación y necesitarán meses de readiestramiento para cumplir las normas internacionales y así, volver a operar, afirmaron las fuentes.
“Cuando quieran abrir los cielos, no habrá nadie con quien trabajar debido a las estrictas competencias reglamentarias internacionales requeridas”, mencionó un experto en aviación. “La necesidad de capacitar nuevamente a miles de empleados no permitirá a Israel abrir sus cielos”.
Las fuentes añadieron que no existe un plan regulado para la apertura de aeropuertos en más de 70 países, que están avanzando porque entienden el daño a largo plazo que causaría el cierre de sus fronteras.
Por ejemplo, los países europeos están cancelando su cierre el 15 de junio y permitiendo la entrada de turistas de la Unión Europea. Austria ya está permitiendo vuelos de algunos países europeos, pero no de Italia.
El plan “Cinta Azul” de Israel ya está en marcha en el aeropuerto de Ben-Gurion, incluyendo un compuesto libre de coronavirus y un conjunto de salvaguardias de gran alcance que podrían aplicarse para proteger a los viajeros, señalaron las fuentes.
El plan implicaría que los pasajeros lleguen al aeropuerto cuatro horas antes de su vuelo. En la puerta del terminal, estos presentan una tarjeta de embarque que imprimirían en casa. Se les toma la temperatura y viajarían con mascarillas.
Todo el procedimiento se podría realizar en el Terminal 3, y a cualquiera que tuviera fiebre se le niega la entrada.
Los mostradores de las aerolíneas no estarían abarrotados, pues solo se utilizarían para dejar las maletas. Las líneas que conducen a los mostradores estarían marcadas con pegatinas a dos metros de distancia.
Los pasajeros tendrían a su disposición desinfectantes para las manos durante todo el proceso y dentro del terminal.
Todos los empleados usarían mascarillas y los asistentes estarían protegidos por una barrera.
Los robots desinfectantes podrían recorrer regularmente el área.
Las autoridades quieren implementar primero el plan con viajes hacia y desde los “estados verdes”, aquellos con un bajo nivel de infección, incluyendo Seychelles, Chipre, Grecia, Corea del Sur, Eslovenia, Montenegro, Georgia, Croacia, Bulgaria, Austria y Lituania; y potencialmente otros en un futuro cercano, añadieron las fuentes.
Estos países estarían de acuerdo en adoptar las recomendaciones del Ministerio de Salud y de la Autoridad de Aviación Civil.
“Los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores culpan al Ministerio de Salud y de Justicia por crear obstáculos burocráticos innecesarios, los cuales impiden el avance del programa piloto”, informó una fuente a Ynet. Por otro lado, los países que han recibido luz verde están presionando a Israel para que avance.
Mientras tanto, la reanudación del servicio de trenes interurbanos también se ha retrasado.
La semana pasada, la Ministra de Transporte, Miri Regev (Likud), anunció que el servicio completo de trenes comenzaría el ocho de junio. El domingo, el anuncio se retractó ya que el número de personas diagnosticadas con el nuevo coronavirus continúa aumentando.
Hubo un aumento de 111 pacientes en 24 horas, cruzando la línea roja establecida por el Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, el 4 de mayo. Sin embargo, los expertos en salud dijeron que con el número de personas examinadas llegando a 10 mil o más por día, la tasa de infección es todavía alrededor del 1%, y el restablecimiento de las normas de emergencia puede no ser necesario.
En el último recuento, de los 2 474 casos activos, solo 27 estaban en estado grave, incluyendo 23 que están entubados.
La ciudad con el mayor aumento de pacientes fue Tel Aviv, donde se diagnosticaron 37 nuevas personas con la COVID-19 en el último día y 47 en los últimos tres días. En contraste, Jerusalén tuvo 37 nuevos casos en los últimos tres días.
El gabinete enfocado en el coronavirus se reunirá el lunes para discutir el tema del transporte público. Se espera que el servicio de trenes se reanude el miércoles, pero es probable que se retrase aún más.
Una idea que se planteó fue la de exigir que los billetes se compren por adelantado. Pero ese sistema aún no está en funcionamiento, y aunque lo estuviera, podría suponer un reto para los ancianos o haredi (ultraortodoxos) que podrían no tener acceso a la tecnología necesaria.
El domingo, los autobuses urbanos y el tren ligero estaban llenos de viajeros.
Mientras tanto, la tasa de infección en las escuelas sigue aumentando. Unos 17 605 estudiantes y profesores estaban aislados, y 130 escuelas y centros preescolares estaban cerrados, según informó el Ministerio de Educación el domingo por la noche. En total, se ha diagnosticado el virus a unos 277 estudiantes y profesores.
El Ministro de Educación, Yoav Gallant (Likud), anunció el domingo que los municipios podrían decidir por sí mismos si quieren operar las escuelas según el sistema de cápsulas o a través de la educación a distancia. Se espera que el gabinete centrado en el coronavirus también discuta este tema.
Después de la reunión del gabinete, es probable que los funcionarios de salud y de otros ministerios, se reúnan de nuevo con el Primer Ministro para determinar si es necesario restablecer algunas medidas de emergencia. Se espera que no se restablezcan restricciones pero que haya un retraso en la apertura de la economía la próxima semana, como se acordó originalmente. Esto podría incluir el aplazamiento de permitir reuniones de hasta 100 personas, la apertura de salas de eventos o cualquier centro cultural.
Es demasiado pronto para calificar a la reciente subida de los casos de coronavirus como una segunda ola, e Israel debe acostumbrarse a vivir con este virus, afirmó el Viceministro de Salud, Yoav Kisch (Likud).
“Es demasiado pronto para decir que estamos experimentando un brote”, informó a la radio KAN. “Se puede establecer una rutina de coronavirus que nos permita vivir la vida casi ininterrumpidamente”, añadió.
Las declaraciones de Kisch contradicen lo que la Dra. Sigal Sadetsky, jefa de los servicios de salud pública en el Ministerio de Salud, mencionó a la KAN durante el fin de semana. Sadetsky dijo que estaba perturbada por el reciente aumento de casos, y añadió: “Las semillas que estamos plantando son muy peligrosas”.