El comité ministerial sobre la pandemia de COVID-19 ha aprobado las propuestas del primer ministro y del ministro de Sanidad para hacer frente a la nueva variante del coronavirus.
Según el plan aprobado, los ciudadanos israelíes que lleguen a Israel procedentes del extranjero y que hayan sido vacunados o se hayan recuperado del COVID-19 (tal como se define en las normas del Ministerio de Sanidad) se someterán a una prueba PCR al aterrizar, tras lo cual pasarán a estar aislados en casa y se someterán a otra prueba PCR al tercer día de su llegada. Si el resultado de esa prueba es negativo, saldrán del aislamiento. Los que no se sometan a la segunda prueba PCR al tercer día deberán completar un periodo de aislamiento completo, es decir, catorce días, o siete días sujetos a una prueba al séptimo día.
Los israelíes que no se hayan vacunado deberán permanecer en aislamiento durante todo el periodo. También ellos serán sometidos a una prueba PCR al aterrizar en Israel, tras lo cual serán aislados en su casa durante catorce días, a menos que el resultado de la prueba PCR del séptimo día sea negativo.
Los israelíes que regresen de países designados como “rojos” (la mayoría de los países de África, excepto el norte de África) se someterán a una prueba de PCR al aterrizar en Israel, tras lo cual se trasladarán a un hotel de aislamiento hasta que se reciba el resultado de la prueba. Si el resultado es negativo, podrán completar el periodo de aislamiento en casa, y serán liberados del aislamiento si una prueba de PCR al séptimo día resulta negativa.
A todos los ciudadanos extranjeros de todos los países se les prohibirá la entrada en Israel, salvo en los casos aprobados por un comité de excepciones.
El comité ministerial dijo en su declaración que “se formularán formas de ayudar a la industria del turismo” y que “el Estado informará a los israelíes que salgan del país de que puede haber cambios en las directrices durante su estancia en el extranjero, y que serán responsables del cumplimiento de las directrices actualizadas cuando regresen a Israel”.
Además de las normas aplicables a los viajes, se decidió que la Agencia de Seguridad de Israel utilizará tecnología de localización telefónica para controlar los movimientos de las personas con casos verificados de la nueva variante de Ómicron. Esta decisión entrará en vigor tras la aprobación del gobierno en virtud de la normativa de emergencia. Al mismo tiempo, se introducirá una legislación al respecto.
Se exigirá un pase verde para participar en reuniones de más de 50 personas en espacios cerrados, en lugar de las 100 personas de la normativa actual.
Los espectáculos y actividades durante la Janucá podrán seguir adelante según las directrices aprobadas la semana pasada, con una aplicación estricta de las normas del Pase Verde y un refuerzo de su cumplimiento.
Hasta ahora, se ha verificado que un israelí que regresaba de Malawi estaba infectado por la variante Ómicron. Otras siete personas son sospechosas de estar infectadas, pero aún no han recibido los resultados de las pruebas. De las siete, tres han sido vacunadas o se han sometido a COVID-19 y cuatro no. Cuatro de ellas acaban de regresar del extranjero, y tres no han viajado al extranjero recientemente.