La iniciativa del Ministerio de Turismo de definir la ciudad de Eilat y la zona del Mar Muerto como “islas de turismo verde” fue aprobada el domingo en una reunión del gabinete.
Según el esquema, el gabinete de coronavirus podrá declarar la ciudad de Eilat y el complejo hotelero que rodea el Mar Muerto como “zonas turísticas especiales”.
La entrada a las zonas turísticas verdes, que albergan alrededor del 30% de las habitaciones de hotel del país, estará condicionada a la presentación de una prueba de coronavirus negativa actualizada. El esquema permitirá la apertura de hoteles en las zonas mencionadas, respetando las directrices de distanciamiento del Ministerio de Salud.
En una etapa posterior, más gradual, la ley que se promulgará permitirá la apertura de más negocios en las zonas, que atenderán a los huéspedes de los hoteles.
El primer ministro Benjamín Netanyahu explicó la decisión durante la reunión de gabinete, diciendo que “un volumen considerable de nuestro turismo se concentra allí. Hemos hecho arreglos especiales para ellos porque están alejados, están separados. Este es un anuncio muy importante para los residentes de estas zonas, y también para los ciudadanos de Israel, que quieren ir a lugares definidos y seguros”.
El fundamento de la ley se basa en dos aspectos principales:
Salud – La singularidad del Mar Muerto permite la existencia de una “zona estéril” a la que pueden acudir los veraneantes que den negativo para COVID-19, minimizando así el riesgo de propagación del virus. El complejo de Hoteles del Mar Muerto no tiene población local, que puede entrar en contacto con los huéspedes del hotel. Las características geográficas de la ciudad de Eilat y su relativo aislamiento de las ciudades cercanas también le dan el estatus de ‘isla turística’ que permite a la gente vigilar la entrada a la ciudad.
Necesidad económica – Eilat y la zona de hoteles del Mar Muerto viven casi exclusivamente del turismo y la hostelería. Se espera que la aplicación de la decisión reduzca el desempleo en Eilat y el Mar Muerto. Y es parte de un plan para rehabilitar la industria del turismo, que fue severamente dañada durante la crisis del coronavirus.