Israel colocó 5.000 millones de dólares en bonos gubernamentales en los mercados internacionales con el objetivo de reducir su déficit presupuestario y cubrir gastos derivados de la guerra.
En su primera emisión de deuda de 2025, el Ministerio de Hacienda ofreció dos series de bonos a 5 y 10 años. La demanda alcanzó los 23.000 millones de dólares, superando en 4,6 veces el monto ofertado. Los títulos se cotizaron con diferenciales de 120 y 135 puntos básicos sobre los bonos del gobierno estadounidense de plazo similar.
Según el Contador general del Ministerio de Finanzas, Yali Rothenberg, esta colocación refleja la estabilidad financiera de Israel y la confianza de los inversores globales, pese a los desafíos de seguridad y económicos que enfrenta el país. También destacó que los diferenciales de los bonos muestran una reducción en la prima de riesgo de Israel.
La emisión atrajo a 300 inversores de más de 30 países, incluidos fondos de pensiones, aseguradoras, fondos de cobertura e instituciones financieras con inversiones en deuda israelí a largo plazo. Antes de la venta, funcionarios del Ministerio de Finanzas mantuvieron reuniones con inversores en el Reino Unido y EE. UU., tras la primera fase de un acuerdo de alto el fuego con Hamás en Gaza.
La operación fue coordinada por Bank of America, Citi Bank, Deutsche Bank, Goldman Sachs y JP Morgan.