Pese a las tensiones diplomáticas, Israel y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) fortalecieron sus vínculos económicos al suscribir el componente crucial de un acuerdo de libre comercio. Esta firma, realizada en Jerusalén por el ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, y el embajador de EAU, Mohamed al-Jaja, contó con la presencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Paciencia y meticulosidad: las claves del éxito
El Acuerdo Integral de Asociación Económica entre Israel y EAU se firmó en Dubai en mayo pasado, pero no pudo entrar en vigor hasta que ambos países suscribieron el acuerdo aduanero. Este proceso demandó meses de revisión detallada de cada producto y la determinación de su cobertura.
De acuerdo con los EAU, el pacto reduce o elimina aranceles en más del 96 % de las líneas arancelarias y el 99 % del valor del comercio entre ambos países. Autoridades fiscales y aduaneras de Israel participaron en las negociaciones, que concluyeron semanas atrás.
Inminente entrada en vigor y beneficios a futuro

El acuerdo entrará en vigor el 1 de abril. Netanyahu manifestó que este marcará una reducción en las aduanas, un abaratamiento del costo de vida y un impulso a los negocios entre Israel y EAU.
También expresó su confianza en que se seguirá ampliando el círculo de paz en la región junto a otros países.
Amplio alcance del acuerdo de libre comercio
Entre los aspectos que abarca el acuerdo de libre comercio se encuentran la regulación, las aduanas, los servicios, la contratación pública, el comercio electrónico y la protección de los derechos de propiedad intelectual.
Según el acuerdo, alrededor del 96 % de los productos comercializados entre ambos países estarán exentos de derechos de aduana, incluidos alimentos, productos agrícolas, cosméticos, equipos médicos y medicamentos.
Algunos productos quedarán exentos de inmediato, mientras que otros obtendrán la exención de forma gradual.
Fortalecimiento de lazos en el marco de los Acuerdos de Abraham
Este avance en las relaciones económicas se produce después de la firma del acuerdo de normalización en 2020 como parte de los Acuerdos de Abraham, respaldados por Estados Unidos.