Kazajistán ha elevado su producción de petróleo a un nivel histórico, a pesar de los daños sufridos por el Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC), su principal ruta de exportación a través de Rusia. Según datos oficiales, la producción de condensado de petróleo y gas del país alcanzó los 2,12 millones de barriles por día (bpd) el 19 de febrero.
Rusia informó que la capacidad del CPC se redujo entre un 30 y un 40% tras un ataque con drones ucranianos, lo que genera incertidumbre sobre cómo Kazajistán ha logrado aumentar su producción con una capacidad de exportación limitada. Más del 80% del petróleo kazajo se transporta a través del CPC.
El aumento en la producción se atribuye principalmente al incremento de extracción en el gigantesco yacimiento de Tengiz, operado por Tengizchevroil, un consorcio liderado por Chevron Corp. (NYSE:CVX), que lleva adelante una expansión de 48.000 millones de dólares.
El mes pasado, Reuters informó que Kazajistán podría elevar considerablemente sus exportaciones de petróleo crudo desde el puerto turco de Ceyhan y reducir la dependencia de Rusia. El ministro de Energía, Almasadam Satkaliyev, indicó que las exportaciones a través del oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan (BTC) podrían aumentar hasta 20 millones de toneladas métricas al año, muy por encima de los 1,5 millones actuales, a medida que el país expanda su producción.
Sin embargo, Kazajistán podría ajustar su producción en el futuro para compensar la sobreproducción previa. En 2024, Kazajistán, Rusia e Irak presentaron planes ante la OPEP para corregir los volúmenes de crudo excedentes registrados en los primeros seis meses del año. Según el acuerdo, estos países deben compensar el exceso en un periodo de 15 meses, hasta septiembre de 2025. Kazajistán devolvería 620 kb/d, Rusia 480 kb/d e Irak 1.184 kb/d.
Operadores del mercado temen que la oferta de países fuera de OPEP+ supere el crecimiento de la demanda y genere un excedente cuando la organización comience a reducir los recortes de producción en abril. No obstante, analistas de Standard Chartered sostienen que esta preocupación no considera las garantías de la OPEP+ de que cualquier ajuste dependerá estrictamente de las condiciones del mercado.