La decisión de Rusia de suspender los flujos de gas a través del gasoducto Nord Stream 1, ejerciendo una mayor presión sobre el suministro energético de Europa, fue rápidamente recibida con críticas por parte de varios ministerios y funcionarios de todo el continente.
El anuncio de la empresa estatal Gazprom de que volvía a cerrar el Nord Stream 1 se produjo “bajo pretextos falaces” y fue “otra confirmación de su falta de fiabilidad como proveedor”, escribió en Twitter Eric Mamer, portavoz jefe de la Comisión Europea.
Mamer dijo que las acciones de Gazprom demostraban lo “acertado” de las decisiones anteriores de la UE de acumular gas de reserva de cara al invierno, así como sus planes de reducción del 15 % de la demanda de gas y los esfuerzos por acelerar la instalación de capacidad de energía renovable en la Unión.
“No hay necesidad de cambiar de rumbo; debemos mantener el curso e intensificar nuestros esfuerzos”, dijo Mamer.
Los ministros de Energía de la UE tienen previsto reunirse de urgencia en Bruselas el próximo viernes.
Tras constatar la “falta de fiabilidad” de Rusia como proveedor, un representante del Ministerio de Economía alemán afirmó que el país está mejor preparado que hace unos meses para aumentar su independencia de las importaciones energéticas rusas.
“Alcanzaremos nuestro objetivo de tener [las instalaciones de almacenamiento] llenas al 85 % en octubre ya en los primeros días de septiembre”, continuó el representante. “También estamos avanzando mucho en la búsqueda de rutas de suministro alternativas a las rusas y en la creación de capacidades de importación de GNL”.
Un alto funcionario de energía de Ucrania dijo que la decisión de Gazprom de mantener cerrado el gasoducto Nord Stream no era inesperada.
“El chantaje de la UE sobre el gas se está intensificando”, dijo Serhiy Makogon, director ejecutivo del operador del gasoducto ucraniano.
“La ruta ucraniana es la única ruta de tránsito de gas hacia Europa occidental que sigue funcionando” y no había indicios de que Gazprom tuviera previsto aumentar el flujo a pesar de que solo se utiliza el 40 % de la capacidad reservada, dijo Makagon.