La demanda china de petróleo y gas cayó en 2022 por primera vez en décadas debido a la restrictiva normativa COVID, que limitó el crecimiento económico y la movilidad. La reanudación del crecimiento de la economía china debería impulsar la demanda mundial de petróleo este año y dificultar a Europa la satisfacción de sus necesidades de GNL. Uno de los factores más significativos que afectarán a los mercados y precios del petróleo y el gas en 2023 es el ritmo de mejora de la demanda china.
Disminución de la demanda de 2022
La demanda china de petróleo y gas disminuyó el año pasado por primera vez en décadas, incluso cuando la demanda mundial aumentó debido a la reapertura de las economías y los patrones de comercio de gas se alteraron significativamente debido a la invasión rusa de Ucrania. Aunque la economía china siguió creciendo el año pasado, lo hizo a un ritmo mucho más lento que en años anteriores.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) cree que la crisis inmobiliaria y la política de “cero covid” redujeron conjuntamente la demanda china de petróleo en un 3 %, es decir, en 390.000 barriles diarios (bpd) (AIE). Que yo sepa, se trata del primer descenso anual del consumo de petróleo en China desde 1990.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la demanda mundial de petróleo aumentó en 2,2 millones de bpd ese mismo año.
Según informó el departamento de energía, en 2016 se produjo la primera caída anual de la demanda de gas natural en China en cuatro décadas, con un descenso del consumo del 0,7 %. Las importaciones chinas de GNL disminuyeron más que la demanda de gas, y el país vuelve a ser el segundo importador mundial de GNL, por detrás de Japón.
El consumo de gas de China cayó por primera vez en 2022 debido a la ralentización de la economía del país, y a que gran parte del sur y el sudeste asiático no pudieron permitirse el aumento de los costes del GNL al contado tras la invasión rusa de Ucrania y el impulso de Europa para sustituir el gas ruso por gasoducto. Incluso los compradores europeos que se habían mostrado recelosos a la hora de asegurarse un suministro a largo plazo debido a la discrepancia entre el impacto del GNL en las emisiones de carbono y las aspiraciones climáticas de la UE han vuelto a obtener acuerdos a largo plazo.
Se prevé un repunte en 2023
Desde que Pekín abandonó la política de cero COV, los investigadores prevén que el aumento de la movilidad y la actividad económica impulsen la demanda de petróleo y gas en China este año.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el aumento de la demanda de petróleo en China es responsable de la mitad del aumento de la demanda mundial de petróleo previsto actualmente para 2023.
En una entrevista concedida al New York Times, Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE, declaró: “La reactivación definitiva de la economía china tendrá enormes ramificaciones en los equilibrios de los mercados del petróleo y el gas”.
La AIE predijo en su Informe sobre el Mercado del Petróleo de enero que la demanda mundial de petróleo aumentaría en 1,9 millones de bpd en 2023, alcanzando la cifra récord de 101,7 millones de bpd, con más de la mitad del impulso procedente de China una vez que el país levantara sus límites por COVID.
La AIE ha afirmado que Rusia y China son los dos “comodines” que determinarán la trayectoria del mercado del petróleo en 2023.
A pesar de que “la forma y la velocidad de la reapertura de China siguen siendo desconocidas”, el país será responsable de casi la mitad del aumento de la demanda mundial, según la agencia.
En una entrevista concedida al New York Times, el responsable de la AIE, Birol, afirmó que “China es la gran incertidumbre en lo que respecta a los mercados energéticos mundiales de 2023”, y que “el comportamiento de la economía del país tendrá importantes ramificaciones en los mercados energéticos mundiales”.
En el Informe Mensual sobre el Mercado del Petróleo (MOMR) de enero de la OPEP se incluyeron previsiones más optimistas sobre la demanda china de petróleo y la economía mundial.
Se espera que la reapertura de las fábricas chinas impulse la demanda y “además, es probable que las intenciones de China de aumentar el gasto fiscal para promover la recuperación económica respalden la demanda de petróleo en los sectores manufacturero, de la construcción y de la movilidad”, declaró la OPEP.
El cártel señaló que las economías de todo el mundo parecen más fuertes de lo previsto.
Un impulso mayor de lo previsto en el cuarto trimestre de 2018 sugiere una base sólida para 2023, especialmente en las economías de la OCDE. La OPEP afirmó que el crecimiento en la eurozona y Estados Unidos en 2022 estaría “muy por encima” de las previsiones anteriores.
Amin Nasser, Consejero Delegado de Saudi Aramco, la mayor corporación petrolera del mundo, declaró a Bloomberg a principios de mes que prevé un resurgimiento del consumo mundial de petróleo este año como consecuencia de la reapertura china y de un repunte de la demanda de combustible para aviones.
Tras el Año Nuevo chino, esperamos que aumente la demanda interna de petróleo a medida que disminuya la tasa de enfermedad en China. “Con más gente tomando las carreteras y los cielos, esperamos que el consumo de petróleo chino en 2023 aumente en torno a 1,0 millones de b/d”, declaró Gavin Thompson, vicepresidente de Energía – Asia Pacífico, de Wood Mackenzie, a principios de este mes. Se trata de una hazaña notable, dado que se espera que la demanda del primer trimestre se contraiga en 190.000 b/d.
El crecimiento más rápido en más de una década (excluyendo el repunte posterior a la crisis de COVID) favorecerá la subida de precios, y Thompson prevé “un segundo trimestre especialmente alcista”, con un aumento de 1,36 millones de b/d en China respecto al mismo trimestre de 2022.
Una cosa es segura en los mercados energéticos: la economía china y las tendencias de consumo de petróleo y gas marcarán los mercados este año, junto con Rusia.