El índice de precios al consumidor en Israel registró un incremento en enero, impulsado por mayores costos en bienes y servicios, especialmente en frutas frescas y servicios públicos. Este aumento coincidió con la entrada en vigor de nuevos impuestos decretados por el gobierno, según informó la Oficina Central de Estadísticas.
En los últimos 12 meses, la inflación anual subió al 3,8%, tras haber caído al 3,2% en diciembre. El objetivo gubernamental para la inflación anual se sitúa entre el 1% y el 3%. En términos mensuales, el índice de precios al consumidor (IPC), que mide el costo promedio de los bienes domésticos, aumentó un 0,6% en enero, en línea con las expectativas de los analistas, tras haber caído un 0,3% en diciembre y un 0,4% en noviembre.
Ronen Menahem, economista jefe de mercados del Banco Mizrahi Tefahot, atribuyó el incremento del IPC al alza del impuesto al valor agregado (IVA) implementado en enero. Explicó que, si bien el efecto del IVA ya se reflejó en los datos de enero, es probable que su impacto persista en febrero. Añadió que este aumento no desencadenará un recorte de tasas de interés, pero tampoco generará temor por una subida.
A pesar de que la inflación supera el rango objetivo, Dror Ohev Zion, director ejecutivo de la empresa inmobiliaria Dara, prevé una reducción en los costos de los préstamos a lo largo del año. Destacó la importancia de esta medida para la recuperación de empresas y hogares afectados por la crisis económica derivada de la guerra bélico.
Desde el 1 de enero, el gobierno incrementó impuestos para compensar el déficit fiscal causado por el elevado gasto en defensa, en un conflicto que ya se extiende por 15 meses. El IVA subió del 17% al 18%, afectando la mayoría de bienes y servicios, excepto los productos frescos. Como respuesta, empresas como Osem-Nestle, Strauss-Elite y Unilever anunciaron aumentos en sus precios.
Además, los costos de bienes esenciales como agua y electricidad, así como impuestos municipales (arnona), también se elevaron al inicio del año, complicando la situación financiera de muchas familias, ya golpeadas por el aumento del costo de vida durante la guerra con el grupo terrorista Hamás.
El informe de la Oficina de Estadísticas detalló que los precios de las frutas frescas subieron un 2,5%, los alimentos un 1% y los costos de mantenimiento del hogar un 2,1%. El precio de la electricidad para los hogares aumentó un 4,1%. Sin embargo, estas alzas fueron compensadas por la caída en los precios de la ropa y el calzado, que bajaron un 4,2%, y de las verduras frescas, que se redujeron un 2%.
Los costos de los viajes, incluidos vuelos internacionales, disminuyeron un 5,7% debido a la reanudación de operaciones de varias aerolíneas extranjeras, mientras que las tarifas hoteleras en Israel cayeron un 5%.
En el mercado inmobiliario, los alquileres de contratos renovados aumentaron un 2,6%, y los de nuevos inquilinos subieron un 3,3% en enero.