La OPEP+ está dispuesta a arriesgarse a que los precios suban y afecten a la demanda en lugar de añadir más oferta para frenar el potencial alcista de los índices de referencia, escribió John Kemp de Reuters en una columna esta semana.
Según Kemp, la OPEP+, al igual que los perforadores de petróleo de esquisto de Estados Unidos, tienden a poner más peso en los riesgos a la baja para los precios que en los riesgos al alza. De hecho, el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Abdulaziz bin Salman, dijo a principios de esta semana que la OPEP+ no tenía prisa por aumentar la producción en respuesta a las peticiones de más barriles, ya que el cártel no daba nada por sentado.
“No damos nada por sentado”, dijo el funcionario. “Todavía tenemos COVID, todavía hay bloqueos” y el suministro de combustible para aviones sigue siendo restringido. “Así que todavía no hemos salido de la caja y no hemos salido del ámbito de COVID”.
Su homólogo nigeriano se hizo eco de este sentimiento en comentarios separados. “Tenemos que analizar la situación con detenimiento antes de tomar medidas”, dijo Timipre Sylva a Bloomberg en una entrevista. “Todavía es muy frágil. Debemos ser muy cautelosos antes de dar el siguiente paso”.
“Hemos visto la desaceleración en China”, dijo también Sylva. “Mucha gente pide más petróleo, pero estamos viendo problemas en algunas economías. Sabemos que aún no nos hemos abierto del todo”.
Los perforadores de esquisto estadounidenses, por su parte, se centran en mantener contentos a los accionistas aunque los precios sean lo suficientemente altos como para que la mayoría del petróleo de esquisto sea rentable. Mientras que los actores privados más pequeños están aumentando la producción, los peces gordos de la pizarra siguen practicando la moderación.
Curiosamente, Amrita Sen, de Energy Aspects, sugirió esta semana que el aumento de los precios del petróleo debe aceptarse como factor de transición energética. En un artículo de opinión para el Financial Times, Sen sostenía que “los precios más altos son el catalizador más eficaz de los cambios en el comportamiento de la demanda”. En otras palabras, cuanto más tiempo se mantengan altos los precios de los combustibles fósiles, más probable será que la demanda empiece a reducirse.