La visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Israel corría el riesgo de ser cancelada debido a la crisis política de este país. Pero tendrá lugar a mediados de julio y tratará de reforzar el gobierno israelí presentando los logros políticos con los estadounidenses.
Pero la visita, a diferencia de lo que se esperaba, se centrará más en cuestiones económicas relativas a los palestinos y menos en cuestiones diplomáticas. Los avances en materia diplomática serán más significativos en Arabia Saudita. Mientras tanto, el acuerdo que se anunciará entre Israel y Arabia Saudita durante la visita de Biden se mantiene en secreto, aunque todavía no implica el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas.
Los preparativos para la visita de Biden, que se anunció por primera vez a finales de abril, fueron responsabilidad del entonces asesor de seguridad del primer ministro Naftali Bennett, Shimrit Meir. En las reuniones celebradas en Washington se ultimaron los detalles de la visita, originalmente prevista para la próxima semana, aunque los estadounidenses estaban preocupados por la supervivencia del gobierno de coalición israelí. Al mismo tiempo, en Arabia Saudita, el otro país de la región que visitará Biden, se produjeron retrasos en varios acuerdos, principalmente en lo que respecta al aumento de la producción de petróleo, por lo que la visita se pospuso.
Cuando la cuestión del petróleo se resolvió, la Casa Blanca volvió a ponerse en contacto con Israel para aclarar la situación con la coalición. Para entonces, Meir había abandonado el equipo de Bennett y se dio más peso a la opinión del Ministerio de Asuntos Exteriores, con el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, pasando a primer plano en cuestiones importantes de asuntos exteriores.
Lapid y el consejero de Seguridad Nacional, Eyal Hulata, consiguieron convencer a los estadounidenses de que la crisis política de Israel no era motivo para un nuevo aplazamiento y la subsecretaria de Estado estadounidense para Asuntos de Oriente Próximo, Barbara Leaf, y su ayudante, Hady Amr, fueron enviados a Israel para preparar cuidadosamente la visita.
La visita de Biden y su vuelo directo desde el aeropuerto de Ben Gurion a Riad son más que simbólicos. Aunque no se espera que el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman incorpore a su país a los acuerdos de Abraham mientras su padre, el rey Salman, esté vivo, se espera que acuerde una serie de aventuras regionales en materia de defensa y diplomacia con Israel, Egipto, Jordania, los EAU, Bahréin y quizás otros, que se anunciarán durante la visita de Biden. Los detalles no se han concretado y aún no está claro si se llamará alianza o algún otro nombre. Pero la amenaza militar contra Arabia Saudita y el terror de Irán están uniendo al reino y harán más fácil que acepte la cooperación con Israel como parte de un mecanismo regional.
Además, también se espera que el presidente Biden anuncie empresas económicas y tecnológicas conjuntas. “Globes” reveló hace varias semanas la creciente participación de Israel en proyectos civiles en Arabia Saudita y la disposición de las autoridades a permitirlo. Una fuente saudí dijo a “Globes” que la importancia de la visita del presidente Biden es reforzar la creciente cooperación e impulsar más proyectos conjuntos, en los que la participación de Israel ha sido hasta ahora entre bastidores.
Mientras tanto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y el ministro dominante en su gobierno, Hussein Al Sheikh, han planteado exigencias respecto a la visita de Biden y los resultados diplomáticos que esperan de ella. Por ejemplo, exigen el cese de todas las medidas unilaterales relativas a la construcción sobre la Línea Verde, el cese de la demolición de casas de terroristas convictos e incluso el cese de las incursiones de las FDI en las ciudades palestinas para realizar detenciones.
Las demandas de seguridad se plantearon ante el ministro de Defensa, Benny Gantz, y la promesa enviada a los estadounidenses fue que las FDI y el Ministerio de Defensa prestarían una seria atención a la petición. No se hicieron promesas directas y una fuente de defensa dijo a “Globes” que la seguridad israelí no se vería perjudicada. Sin embargo, añadió que, “de acuerdo con este delicado período, comprobaremos cuidadosamente si se nos pide que detengamos a cada activista junior”.
El principal objetivo de la visita del presidente Biden será económico, tanto para los palestinos como para Arabia Saudita. El primer paso ya se ha dado con Gantz, que ha aumentado en 2.000 el número de gazatíes que pueden entrar en Israel para trabajar y comerciar. El Gabinete ha aprobado en principio que hasta 20.000 gazatíes más puedan entrar en Israel por motivos de trabajo y es posible que este número mayor se apruebe durante la visita de Biden el mes que viene.
Lapid presentará pronto para su aprobación por el gabinete de seguridad un plan de medidas económicas adicionales en relación con Gaza. Fuentes han informado a “Globes” de que el plan incluye proyectos de infraestructura como una planta desalinizadora. La UE lo financiará como parte de un nuevo paquete de ayuda de decenas de millones de euros para los palestinos. Otras medidas serán la concesión de más permisos de trabajo para que los gazatíes entren en Israel, el aumento de las exportaciones desde la Franja de Gaza, el tendido de un gasoducto hasta una nueva central eléctrica y el impulso de más construcciones en la zona industrial junto al puesto de control de Erez.
En cuanto a Judea y Samaria, los palestinos exigen un aumento de los permisos de exportación y una relajación de las condiciones de las normas y el comercio. Quieren poner sus propios inspectores de impuestos en el paso fronterizo con Jordania, lo que serviría como presencia simbólica de la Autoridad Palestina en la frontera. Algunas de estas demandas han sido aceptadas y se darán a conocer como un paquete durante la visita de Biden.
Otra exigencia importante es que Israel elimine su oposición a la transferencia de fondos a la Autoridad Palestina. “Globes” informó la semana pasada de que la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, ha informado a los palestinos de la renovación de la ayuda financiera, asistencia que se interrumpió por la incitación contra Israel y los judíos en el sistema educativo palestino. Lapid admitió ayer que la medida se está aplicando a pesar del descontento de Israel y de su propia oposición personal, que ha expresado resueltamente. Lapid ha sido manifiestamente crítico con la UE.
Otra bofetada de la UE a Israel es que 36 millones de euros de la ayuda se destinarán a actividades de la Autoridad Palestina en Jerusalén Este, para ayudar a frenar el empeoramiento de su situación política, social y económica. En otras palabras, la UE continúa con su política de intervenir en el conflicto para reforzar las zonas más disputadas.
Publicado por Globes, Israel business news – en.globes.co.il – el 19 de junio de 2022.