Los refinadores están disfrutando de la prima más alta para el fuel-oil en dos años, gracias a una oferta más ajustada como consecuencia de la reducción de los envíos rusos del producto pesado, ha informado Bloomberg, citando datos de Asia.
Según el informe, este producto petrolífero normalmente poco atractivo, que también se encuentra entre los productos más baratos de un barril de crudo, se ha convertido repentinamente en un producto atractivo, ya que el suministro de fueloil de Rusia se ha reducido considerablemente debido a las sanciones occidentales a Moscú.
La subida de los precios del gas natural también ha contribuido de forma significativa, lo que ha llevado a algunas empresas de servicios públicos a cambiar el gasóleo por el gas natural debido a la diferencia de precios, señala también el informe.
La prohibición de Estados Unidos sobre el petróleo y los productos rusos ha sido otro factor que ha contribuido: debido a la prohibición, algunos cargamentos de fueloil de Oriente Medio que normalmente habrían ido a Asia van ahora a Estados Unidos, lo que limita la disponibilidad del combustible en la región más consumidora.
Las últimas tendencias de los precios del crudo y los combustibles han llevado los beneficios de las refinerías asiáticas a máximos históricos, según informó Reuters el mes pasado. La fuerte demanda durante la temporada de vacaciones, a medida que las economías asiáticas vuelven a la normalidad tras los cierres por pandemia, ha proporcionado un apoyo sustancial a la demanda, al igual que las exportaciones a Europa, para compensar el petróleo ruso sancionado.
La otra cara de la moneda, según el informe, es que muchas refinerías ya estaban funcionando a pleno rendimiento en abril en un intento de exprimir el último dólar adicional de la brecha entre demanda y oferta. Esto deja poco espacio para aumentar la producción de cualquier combustible o producto petrolero.
En Estados Unidos, las refinerías también están recogiendo los beneficios del actual desequilibrio del mercado del petróleo y de la reducción de la capacidad mundial de refinado durante la pandemia, mientras que la demanda ha repuntado más rápido y más fuerte de lo esperado.
Las refinerías europeas parecen ser la excepción debido a las sanciones impuestas por la UE a Rusia, que ahora las impulsan a buscar proveedores alternativos de crudo.