Aunque se ha producido una cierta recuperación de los ingresos, la pandemia de coronavirus y la consiguiente reducción drástica de los vuelos dejan una fuerte huella en los resultados financieros trimestrales de El Al Israel Airlines Ltd. (TASE: ELAL). La aerolínea registró una pérdida neta de 80 millones de dólares en el segundo trimestre de este año, que se compara con una pérdida de 104 millones de dólares en el segundo trimestre de 2020.
En su línea superior, El Al reporta ingresos para el trimestre de 222 millones de dólares, que se compara con 151 millones de dólares en el trimestre correspondiente.
Los gastos operativos de El Al en el trimestre ascendieron a 242 millones de dólares. La compañía dice que el crecimiento de la actividad en comparación con el segundo trimestre de 2020, cuando los vuelos de pasajeros se detuvieron casi por completo, provocó un aumento de 81 millones de dólares, o un 50%, en los gastos de explotación, siendo las principales partidas un aumento de 25 millones de dólares en indemnizaciones, ya que se volvió a llamar a los empleados que habían estado de baja sin sueldo, un aumento de 25 millones de dólares en el gasto en combustible para aviones y los efectos negativos de las diferencias de cambio. Un acuerdo de racionalización con los empleados que entró en vigor en junio tuvo un efecto moderador en el aumento del gasto en indemnizaciones, y se espera que el efecto sea más pronunciado en los próximos trimestres.
En el primer semestre, los ingresos de El Al disminuyeron un 28% en comparación con el primer semestre de 2020, hasta 340 millones de dólares, y la aerolínea registró una pérdida neta de 166 millones de dólares en el periodo, que se compara con la pérdida neta de 244 millones de dólares en el primer semestre de 2020.
El consejero delegado de El Al, Avigal Soreq, ha declarado: “A pesar del desplome del número de pasajeros en el aeropuerto de Ben Gurion, hemos conseguido estabilizar nuestra actividad, mantener el plan de negocio y los objetivos que nos habíamos marcado para este trimestre, e incluso hemos conseguido mejorar nuestros principales parámetros operativos. Tenemos una marca fuerte, una nueva dirección y una flexibilidad operativa que hemos conseguido gracias a las medidas de racionalización que hemos llevado a cabo. Los resultados del segundo trimestre demuestran sin lugar a dudas que cuando nos dejan trabajar, avanzamos a pasos agigantados”.
“La difusión de la variante Covid-19 Delta nos obliga a adaptar nuestros gastos al alcance de nuestro negocio. Además, necesitamos un nuevo paquete de ayudas del Estado, a la vista de las nuevas restricciones a nuestra actividad, al igual que los competidores de El Al, que reciben subvenciones de sus gobiernos, lo que les da una ventaja competitiva injusta”.