Los precios de la energía en Israel son los más altos en nueve años, desde noviembre de 2014, según nuevos datos revelados a lo largo de la semana pasada.
Los precios de la energía en el último mes se dispararon un 6% de media como resultado del aumento del 8,2% en los precios de la electricidad, la cancelación del descuento del impuesto especial sobre la gasolina, que aumentó el precio de un litro de gasolina en 9 agurot a 6,94 NIS, y un aumento del 2,5% en el tipo de cambio del dólar.
Desde principios de 2022, los precios aumentaron un 20%.
¿Cómo afectan los precios a los hogares israelíes?
El informe muestra las consecuencias financieras del aumento de precios en los hogares. Los gastos de los hogares israelíes en electricidad, combustible y gas de cocina aumentaron el año pasado en 200 NIS al mes, y se sitúan en una media de 1.910 NIS al mes.
Los costes energéticos supusieron un gasto adicional de 6.500 millones de NIS para todos los hogares israelíes. Otra cifra frustrante es que el 50% de los gastos energéticos proceden de los impuestos.
Por ejemplo, el impuesto especial sobre la gasolina para automóviles asciende actualmente al 62% del precio de cada litro. El gobierno anterior y el nuevo no han permanecido indiferentes ante el aumento del coste de la vida y sus efectos negativos. Durante 2022, repartieron el aumento de las tarifas eléctricas, redujeron el impuesto especial y ahora vuelven a intentar repartir el aumento de las tarifas eléctricas.
El presidente del Instituto Israelí de Energía y Medio Ambiente, Yossi Rosen, cree que los costes del gasto podrían haberse reducido si el Gobierno hubiera disminuido la carga del impuesto energético sobre los hogares, como el impuesto especial sobre la gasolina que, como se ha dicho, asciende al 62%.
Sin embargo, señala que gracias a los descubrimientos de nuevos yacimientos de gas, la tasa de aumento de los precios en Israel es significativamente inferior a la que experimentan los hogares en Europa y Estados Unidos. Uno de los resultados de la subida de precios es el aumento de los dividendos de los productores de energía hasta un récord de 415.900 millones de dólares en el tercer trimestre.
El Consejero Delegado de Clarity Capital, Amir Leibovich, declaró que en 2023 la ralentización del crecimiento mundial afectará a los beneficios y a la capacidad de ciertas empresas para repartir dividendos.