El mercado bursátil de Israel registró un crecimiento de 34,6 % en el índice TA-125 durante 2025, superando a la mayoría de los principales índices internacionales. Esta alza ocurrió en medio de conflictos armados simultáneos y un entorno económico marcado por el aumento del gasto militar y la carga de la deuda. El shekel también se fortaleció frente al dólar y al euro, a pesar de las condiciones desfavorables.
Desde el ataque liderado por Hamás el 7 de octubre de 2023, la guerra en Gaza se convirtió en el más extenso y violento en la historia del país. Las Fuerzas de Defensa de Israel han mantenido operaciones sostenidas durante más de 21 meses, lo que ha implicado un esfuerzo constante por parte del ejército regular y los reservistas, quienes se han ausentado de sus hogares y trabajos por largos periodos.

Durante 2025, Israel enfrentó múltiples amenazas, incluyendo bombardeos con misiles balísticos y cierres recurrentes del espacio aéreo. En la guerra de 12 días contra Irán en junio, murieron 29 personas, más de 2.000 viviendas resultaron dañadas, varios edificios fueron destruidos, y alrededor de 13.000 personas fueron desplazadas, entre ellas pacientes y personal de un hospital impactado.
La región norte del país apenas inició su recuperación tras la guerra con Hezbolá. En el sur, las comunidades cercanas a Gaza continúan sin condiciones para el regreso total de sus residentes. Los hutíes, por su parte, mantienen ataques desde Yemen con misiles. A pesar de este contexto, los flujos de inversión aumentaron tanto a nivel local como internacional.

Economistas entrevistados atribuyeron el comportamiento positivo del mercado a la percepción de que las operaciones militares de Israel debilitaron las amenazas regionales. Jonathan Katz, macroeconomista de Leader Capital Markets, afirmó que “una operación de guerra exitosa contra Irán, que siempre fue el principal riesgo geopolítico y existencial de Israel y una amenaza para su economía”, alentó el optimismo entre los inversores.
Katz señaló que los mercados interpretaron la guerra con Irán como un posible punto de inflexión. Destacó que Israel contuvo a Hezbolá en Líbano y ejecutó ataques preventivos en Siria, lo que disminuyó la amenaza proveniente de esos frentes. La ofensiva de junio concluyó con un alto el fuego el día 24, tras ataques a infraestructuras militares y nucleares iraníes. Durante ese periodo, el shekel se apreció en un 8 % frente al dólar.

Aunque la guerra con Hamás continúa activo, la Bolsa de Tel Aviv ha experimentado un aumento constante en los volúmenes de inversión. Datos de TASE indican que los principales índices subieron casi un 30 % en 2024, y que este año el TA-35 aumentó un 33,6 %. El TA-90, que agrupa acciones de gran capitalización fuera del TA-35, lideró el rendimiento entre los índices de EE. UU. y Europa, con un alza del 36 %.
Yaniv Pagot, vicepresidente de operaciones de TASE. Pagot agregó que los fondos institucionales han reorientado inversiones hacia el mercado local, tras casi dos años de abstención.
Durante el primer semestre de 2025, los inversores minoristas israelíes canalizaron 8.200 millones de NIS (\$2.450 M) al mercado, más del doble que en la segunda mitad de 2024. Las inversiones extranjeras también aumentaron hasta alcanzar los 9.600 millones de NIS (\$2.860 M), frente a los 3.900 millones de NIS (\$1.160 M) registrados en el semestre anterior.

Katz explicó que grandes instituciones están optando por reducir su exposición a acciones estadounidenses debido a los riesgos, la volatilidad y las tensiones comerciales, redirigiendo fondos a activos israelíes. En particular, bancos, aseguradoras, empresas constructoras, aerolíneas y minoristas han recibido la mayor atención debido a su desempeño estable en el contexto actual.
Según Pagot y Katz., basada en la experiencia de ciclos de reconstrucción anteriores. Las discusiones en curso sobre un posible cese del fuego con Hamás y la percepción de una amenaza iraní disminuida han sostenido esta tendencia. La posibilidad de evitar un conflicto prolongado motiva la entrada continua de capitales.
Katz agregó que “los mercados aún estiman una alta probabilidad de que se alcance un alto el fuego en Gaza”. Destacó también que escaladas anteriores llevaron a reducciones en deuda y déficit, lo cual fortaleció la confianza en el entorno financiero israelí. Sin embargo, advirtió sobre la posibilidad de reversión si las negociaciones de paz se estancan.

La agencia Moody’s mantuvo este mes una perspectiva negativa sobre la calificación de crédito de Israel, debido al aumento de los riesgos geopolíticos. Advirtió que los costos de la campaña militar contra Irán podrían superar las proyecciones actuales. Estimó un crecimiento del PIB del 2 % en 2025 y del 4,5 % en 2026, por debajo de las proyecciones del Banco de Israel.
En septiembre, Moody’s redujo la calificación crediticia del país de A2 a Baa1. Citó una menor calidad institucional y problemas de gobernanza fiscal, junto con el incremento del gasto derivado de la guerra en curso. Estas advertencias contrastan con el comportamiento positivo del mercado financiero, sostenido por flujos de inversión continuos.
La economía israelí se contrajo un 20,8 % en el último trimestre de 2023, pero inició una recuperación en 2024, con un crecimiento anual de aproximadamente 1 %. Este repunte ocurrió a pesar de la persistencia de la guerra con Hamás y las tensiones regionales. En 2022, antes de la guerra, el crecimiento había sido del 6,3 %.
Pagot declaró que los mercados evalúan el escenario posterior a la guerra. Según sus palabras, Israel presenta una “economía bastante resiliente que está creciendo”. Indicó que el consumo privado, la inversión y el desarrollo tecnológico han mantenido dinamismo, lo que refuerza la percepción de estabilidad futura y alimenta el flujo de capital hacia sectores clave.

La inversión en tecnología alcanzó un nivel máximo de tres años en el primer semestre de 2025. El sector tecnológico representa cerca del 20 % del PIB israelí y el 50 % de sus exportaciones. Katz y Pagot señalaron que el eventual fin de la guerra con Hamás podría abrir oportunidades económicas y acuerdos regionales. Sin embargo, también advirtieron sobre los riesgos si no se alcanza un alto el fuego.