La empresa israelí de vigilancia NSO Group envió el jueves una carta al periódico Calcalist en la que amenazaba con emprender acciones legales por un reportaje en el que se afirmaba que NSO permite a sus clientes ocultar las pruebas de que han utilizado su software espía, informa The Times of Israel.
La empresa dijo que Calcalist ha publicado afirmaciones “sensacionalistas” sin aportar ninguna prueba que las respalde, pero no negó explícitamente las acusaciones, según informan los medios de comunicación hebreos.
La carta parecía amenazar con tomar medidas en respuesta a un informe publicado el martes por Calcalist en el que se afirmaba que NSO Group permite a sus clientes ocultar sus huellas cuando utilizan su tecnología, lo que podría socavar las investigaciones sobre su uso. Los informes anteriores han alegado en gran medida que la policía utiliza la tecnología de NSO, pero no la ilegalidad de la propia empresa.
La empresa lleva semanas envuelta en la polémica por los informes de Calcalist, que han denunciado el uso no supervisado de programas espía contra civiles israelíes por parte de las fuerzas del orden. Los informes han dado lugar a una investigación estatal y a declaraciones de preocupación por parte de los legisladores, incluido el primer ministro Naftali Bennett.
Calcalist ha publicado esta semana acusaciones concretas, pero sin fundamento, de piratería informática contra 26 objetivos por parte de la policía. El informe, de gran alcance, afirmaba que el programa Pegasus de NSO Group se desplegó contra altos funcionarios del gobierno, alcaldes, líderes activistas, periodistas y miembros de la familia y asesores del ex primer ministro Benjamin Netanyahu, todo ello sin autoridad judicial ni supervisión.
En respuesta al informe del jueves, la NSO escribió a Calcalist que los sistemas pertinentes “incluyen la documentación completa de las acciones realizadas en ellos”, y que los registros se conservan con fines legales y para evitar la manipulación de pruebas. Además, negó la afirmación del informe del periódico de que había vendido software para clientes que no incluía la función de documentación o sólo de forma limitada.
Calcalist publicó una entrevista con una fuente no identificada “con un conocimiento muy cercano” de la arquitectura del programa espía Pegasus de NSO, que afirmó que la tecnología de la empresa puede configurarse para no crear registros de datos de todo lo que hace el programa espía. Según Calcalist, sin los registros de datos, no es posible realizar una investigación completa sobre quién fue el objetivo del programa espía y qué datos se obtuvieron.
Calcalist había explicado que el programa espía está diseñado para crear registros de datos con fines legales y para permitir a NSO Group, en caso de ser necesario, verificar que el software no está siendo mal utilizado.
Sin embargo, la fuente dijo al periódico que la negación está incorporada en la arquitectura del programa espía, ya que los clientes habían solicitado la función por varias razones, entre ellas la posible exposición de las fuentes o los objetivos si la información era exigida por un tribunal, o un cambio de régimen en sus países que entonces utilizaría los registros para otros fines, informa The Times of Israel.
La policía ha insistido en que cualquier uso del software espía para acceder a los teléfonos se hizo bajo estricta observancia de las órdenes judiciales, negando los informes de los medios de comunicación sobre el abuso generalizado de sus poderes para espiar a ciudadanos inocentes sin supervisión judicial.
Tras las acusaciones de espionaje contra 26 personas, la policía dijo que una investigación interna descubrió que sólo tres de ellas habían sido objeto de espionaje, sólo una con éxito, y todas con supervisión judicial. El informe policial fue entregado a Bennett.
El comisario de policía Kobi Shabtai y los policías implicados en el uso del programa espía han insistido en que sus acciones fueron legales y supervisadas.
La investigación interna ordenada por Shabtai no ha encontrado hasta ahora “ninguna prueba de infracción de la ley”.
Abordando públicamente el escándalo por primera vez el miércoles, el ex jefe de la policía Roni Alsheich, que estaba en el cargo entre 2015-2018 cuando se produjo parte del supuesto espionaje, negó cualquier infracción policial bajo su mandato, diciendo que las acusaciones no tenían “ninguna conexión con la realidad”.
El Pegasus de la NSO ha sido noticia por su presunta utilización por parte de países de todo el mundo, en muchos de ellos como medio antidemocrático para espiar a los disidentes y reprimir a la oposición.