La idea de un nuevo gasoducto que conecte Portugal y España con Europa central a través de Francia cuenta con el apoyo del canciller alemán Olaf Scholz, que afirma que aumentará considerablemente la seguridad energética de Europa.
En su primera rueda de prensa del verano, Scholz dijo que había discutido el concepto con los presidentes de España, Portugal y Francia, así como con Ursula von der Leyen, de la Comisión Europea.
Añadió que habría “vínculos adicionales entre el norte de África y Europa que nos ayudarán a diversificar nuestro suministro [de energía]” y que “expuse el caso de que deberíamos abordar seriamente un proyecto así”.
No nombró el proyecto, pero España y Portugal han estado presionando a Francia para que reanude los planes de un gasoducto en los Pirineos orientales que fueron pospuestos en 2019 debido a la oposición de París. Madrid quiere que el proyecto sea financiado por la Comisión Europea.
La UE ha identificado la ausencia de gasoductos de sustitución como un obstáculo importante en sus esfuerzos por desligar al continente del gas ruso. Conectar las infraestructuras energéticas de la UE, eliminar los cuellos de botella y poner fin a los retrasos en los proyectos de gasoductos son las principales prioridades de Bruselas.
Sin embargo, Alemania tendrá que esperar mucho más tiempo para ese proyecto. Berlín se esfuerza por encontrar otros proveedores de gas después de que Rusia redujera drásticamente los flujos a través del Nord Stream 1, el principal gasoducto que lleva el gas ruso a Europa por debajo del mar Báltico. En estos momentos, el NS1 solo utiliza el 20 % de su potencial.
Los esfuerzos de Alemania por llenar su almacén de gas a tiempo para la temporada de calefacción de invierno se han visto obstaculizados por la falta de gas, que ha hecho subir los costes. La industria teme que el gobierno se vea obligado a declarar una emergencia de gas, lo que obligaría a racionar el suministro.
En medio de una economía estancada, una inflación disparada y problemas en la cadena de suministro que siguen afectando al sector industrial, los alemanes se preparan para que los costes de calefacción se disparen este invierno. El problema más reciente es el descenso del nivel del agua del Rin, que está arruinando el vital comercio fluvial.
Aunque admitió que Alemania atraviesa “tiempos difíciles”, Scholz se reafirmó en su lema “Nunca caminarás solo” y prometió que el gobierno “hará todo lo posible para ayudar a la gente a superar esta difícil época”.
Afirmó que estaba trabajando en un tercer paquete de ayudas financieras para los residentes con dificultades y alabó la idea “muy, muy beneficiosa” del ministro de Economía, Christian Lindner, de ajustar las bandas impositivas para tener en cuenta el aumento de la inflación, que se anunció esta semana. Según Lindner, el plan reduciría la carga fiscal de 48 millones de personas.
Incluso con el nuevo paquete de ayudas financieras, según Scholz, Alemania podrá seguir su “freno a la deuda” constitucional a partir de 2019. La capacidad del gobierno federal para pedir nuevos préstamos está estrictamente limitada por el freno.
Mientras la escasez de gas se agrava y los precios de la energía suben, los periodistas le preguntaron si preveía una agitación social este invierno. Respondió: “No, no creo que haya problemas en nuestro país, porque es un Estado del bienestar, Alemania”.
Con las nuevas terminales de importación de gas natural licuado que se están construyendo en la costa del mar del Norte, Scholz dijo estar seguro de que Alemania podrá compensar el déficit de suministro de gas procedente de Rusia. Se espera que estas terminales empiecen a funcionar a principios del año que viene.
Debido a la naturaleza del mercado mundial, continuó, “estaremos en una situación… en la que puede ser caro comprar gasolina, pero siempre tendremos suficiente”.
Además, Scholz fue interrogado con frecuencia sobre la trama de fraude fiscal “cum-ex”, que es objeto de una exhaustiva investigación por parte de las fuerzas de seguridad alemanas.
Cuando era alcalde de Hamburgo en 2016, las autoridades fiscales locales decidieron no perseguir a M.M. Warburg, un banco privado que había participado en algunas de las operaciones “cum-ex”, para el reembolso de 47 millones de euros en impuestos atrasados. Rechaza la acusación de la oposición de que convenció a la autoridad fiscal para que dejara expirar la ley.
No hay “absolutamente ninguna prueba de que se haya ejercido influencia política sobre esta decisión”, según Scholz.
Después de que se revelara que los investigadores habían encontrado unos 200.000 euros en efectivo en una caja de seguridad perteneciente a un antiguo diputado de Hamburgo del partido socialdemócrata de Scholz, Johannes Kahrs, su supuesta implicación en el escándalo del cum-ex resurgió en los últimos días.
Scholz respondió: “Nada”, cuando los periodistas le preguntaron qué sabía del dinero. Dijo: “Me encantaría saber de dónde viene, soy tan inquisitivo como ustedes”. Sin embargo, Kahrs no me lo dirá ni a mí ni a usted.