El futuro de la producción petrolera de la OPEP+ sigue sin definirse para el segundo trimestre, según informaron a Reuters ocho fuentes dentro del grupo. La incertidumbre se ha intensificado debido a las acciones de Donald Trump, lo que complica el equilibrio del mercado energético global.
El plan de la OPEP+ de incrementar la producción a partir de abril de 2025 aún no está cerrado, a pesar de que la organización suele tomar estas decisiones con un mes de antelación. La determinación de mantener las cuotas actuales o aumentarlas impactará significativamente en los mercados, y las diferencias internas entre los miembros añaden más tensión a la discusión.
Arabia Saudita, conocido por su postura prudente en la gestión de la oferta incluso a costa de sus propios intereses, defiende una estrategia conservadora. En contraste, los Emiratos Árabes Unidos buscan aprovechar al máximo su capacidad de producción, lo que ha generado fricciones dentro del grupo. La posibilidad de que Emiratos abandone la OPEP si no se le permite un incremento acorde a su potencial ha sido motivo de especulación en el pasado, poniendo en duda la unidad del bloque.
Trump ha instado a la OPEP a aumentar la producción para reducir los precios del crudo y debilitar la economía de Rusia en el contexto de su guerra con Ucrania. “Hay que bajar el precio del petróleo”, afirmó en el Foro Económico Mundial de Davos. “Eso pondrá fin a esa guerra”.
Hasta ahora, la OPEP ha ignorado la presión del presidente estadounidense y parece mantener su independencia en la toma de decisiones. Sin embargo, las recientes políticas de Trump —aranceles globales, sanciones a Irán, Rusia y Venezuela— junto con su respaldo a la industria petrolera frente a las energías renovables, complican aún más las deliberaciones dentro de la OPEP+, que debe equilibrar la oferta en función de la demanda global.