Las acciones mundiales cayeron bruscamente el lunes, mientras los temores sobre la propagación del coronavirus se dispararon una vez más, con nuevos casos que se extendieron más allá de las fronteras de China. El Dow Jones cayó en más de 900 puntos y los precios del petróleo se desplomaron casi un 5 por ciento.
Varios países reportaron nuevos casos del virus, incluyendo Irán, Italia y Corea del Sur. Alrededor de 29 países han informado de casos, aunque en su mayoría en pequeñas cantidades hasta ahora. Pero la Organización Mundial de la Salud advirtió que la “ventana de oportunidad” para evitar la propagación del virus podría estar cerrándose.
Una de las novedades más preocupantes es que están apareciendo casos de coronavirus en personas que no han viajado a China o que han entrado en contacto con casos confirmados, lo que demuestra que “no está claro cómo se está propagando el virus”, dijo una portavoz de la OMS. “Estamos viendo algunos casos que no tienen un claro vínculo epidemiológico”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. advirtieron que “es probable que se identifiquen más casos en los próximos días” en Estados Unidos, aunque dijeron que el “riesgo inmediato para la salud” es “bajo”. Aun así, los CDC dijeron que si el virus comenzaba a propagarse en serio en los EE.UU., “los sistemas de salud pública y de atención médica podrían verse sobrecargados”.
Los ministros de finanzas del G20 reconocieron la amenaza a la economía mundial cuando se reunieron en Riad esta semana. El FMI redujo su pronóstico de crecimiento para China del 6 por ciento al 5,6 por ciento. El Fondo redujo su estimación de crecimiento del PIB mundial en un 0,1 por ciento, pero dijo que el impacto podría ser mucho mayor si el coronavirus se extiende o dura más tiempo.
El Wall Street Journal informó sobre la extensa congestión en los puertos chinos, con cancelaciones de docenas de buques de carga. Algunos buques portacontenedores están saliendo de China con solo un 10 por ciento de carga, ni siquiera lo suficiente para cubrir los costos de combustible.
La demanda de petróleo de China ya ha sufrido un gran golpe, por lo que la perspectiva de que otros países puedan empezar a aplicar diversas formas de procedimientos de cierre plantea aún más interrogantes sobre la demanda.
“No debemos subestimar la perturbación económica, ya que un súper esparcidor podría desencadenar una caída masiva de la actividad comercial en todo el mundo de proporciones que el mundo nunca antes ha tratado”, escribió en una nota Stephen Innes, estratega jefe de mercado de AxiCorp.
Raymond James publicó una estimación actualizada el 24 de febrero, pronosticando un golpe al consumo mundial de petróleo del orden de 1,5 millones de barriles por día (mb/d) para el primer trimestre. Supone que la situación mejora en el segundo trimestre, con una demanda de 1 mb/d inferior a la que se produciría de no existir el virus.
Raymond James reconoce que no puede descartar “la perspectiva de que los viajes internacionales se detengan no solo hacia y desde China, sino también en otras regiones… pero en este momento parece prematuro pintar un cuadro tan nefasto”. El banco de inversiones bajó su pronóstico del Brent para el 2020 a 65 dólares por barril, pero dice que el mercado se endurecerá el próximo año, empujando los precios a 80 dólares.
Sin embargo, todo el mundo sigue asumiendo que el virus se aclara bastante rápido. Pero como demuestra la propagación del virus a Italia y Corea, la crisis podría seguir empeorando.
“En consecuencia, hay una mayor necesidad de que la OPEP y sus aliados no productores de la OPEP reduzcan la producción de forma más drástica”, escribió Commerzbank en una nota el lunes. “Sin embargo, la alianza entre Arabia Saudita y Rusia parece estar colgando de un hilo debido a la disminución de la demanda relacionada con el virus”.
Está previsto que la OPEP+ se reúna a finales de la semana que viene, pero el desacuerdo entre Rusia y Arabia Saudita añade una dosis de incertidumbre al resultado de esa reunión. En las últimas semanas, los recortes del orden de 500.000 o 600.000 bpd parecían ser todo menos una conclusión previsible.
Se informa que Arabia Saudita está en conversaciones con los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait sobre un recorte conjunto de unos 300.000 bpd. Incapaces de contar con Rusia, los Estados del Golfo pueden actuar por su cuenta, aunque no está claro que el movimiento sea suficiente.