El principal conglomerado de servicios eléctricos de Estados Unidos desafía la viabilidad del plan de reducción de emisiones propuesto por la Administración Biden, argumentando altos costos y dudas sobre la eficacia de las tecnologías recomendadas.
Propuestas de la EPA: ¿Un camino hacia una economía más verde?
La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) introdujo, a comienzos de año, nuevas normativas destinadas a controlar las emisiones de las centrales eléctricas de carbón y gas natural. Estas medidas surgen en respuesta a la necesidad de descarbonizar la economía y la red eléctrica nacional.
El enfoque propuesto abarca tanto las turbinas estacionarias de combustión de combustibles fósiles ya existentes, típicamente de gas natural, como las de nueva construcción. Además, se proyecta reforzar las Normas de Rendimiento de Nuevas Fuentes (NSPS).
La nueva regulación busca limitar las emisiones de gases de efecto invernadero de las plantas eléctricas alimentadas por combustibles fósiles. Aquellas que no se adapten a estos límites deberán cerrar o implementar tecnologías más limpias.
Proyecciones de la EPA: Impacto en las emisiones hasta 2042
La EPA estima que, de acogerse la propuesta, las centrales de gas natural y carbón de nueva construcción podrían evitar la emisión de hasta 617 millones de toneladas métricas de CO₂ hasta 2042. Dicha cifra se compara a la eliminación de emisiones de 137 millones de vehículos anualmente, equivalente a cerca de la mitad del parque automovilístico estadounidense.
Estos cálculos demuestran el impacto significativo que la propuesta podría tener en la reducción general de emisiones en el país.
La iniciativa se alinea con el compromiso global de disminuir la huella de carbono y luchar contra el cambio climático.
Respuesta del sector eléctrico: Preocupaciones de costos y rendimiento
Las empresas de servicios públicos y el Edison Electric Institute (EEI) han manifestado su preocupación respecto a la propuesta. Argumentan que las nuevas tecnologías recomendadas por la EPA podrían no cumplir con los requisitos de rendimiento y coste en los tiempos estimados por la agencia.
El EEI, que representa a todas las empresas eléctricas estadounidenses propiedad de inversores, ha expresado que esto podría afectar la capacidad de las empresas para ofrecer electricidad asequible y confiable a los consumidores.