El jueves, una empresa israelí autorizada a extraer gas de un yacimiento marino parcialmente reclamado por Líbano dijo que esperaba que la producción comience en unas semanas.
Según un comunicado publicado por Energean junto a sus resultados financieros, el “proyecto insignia Karish de la empresa está en camino de comenzar la producción en unas semanas”, ya que sus “activos han superado nuestras expectativas”.
Debido a su guerra de 2006, Israel y el formidable grupo terrorista chiíta Hezbolá en Líbano no tienen lazos diplomáticos.
Mientras que Israel afirma que todo el yacimiento de Karish se encuentra dentro de su ZEE, Líbano afirma que una parte del yacimiento está en realidad dentro de sus aguas territoriales.
A principios de junio, cuando Energean desplegó un buque de producción en el campo, el conflicto ya había avanzado hasta el punto de que Estados Unidos tuvo que intervenir.
A principios de julio, Israel declaró que había derribado tres drones desarmados que Hezbolá había lanzado cerca de Karish.
Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, dijo a principios de agosto que “la mano que se agarre a cualquiera de estas riquezas será cortada”, en referencia a Karish.
Su ministro de Defensa, Benny Gantz, advirtió a finales del mes pasado que un ataque a los activos de gas del país podría desencadenar nuevas hostilidades.
La FPNUL, una fuerza de paz de las Naciones Unidas, vigila la frontera entre Líbano e Israel.
En 2020, ambos países iniciaron negociaciones sobre la frontera marítima, pero se estancaron cuando Beirut insistió en que el mapa de Naciones Unidas que se utilizaba en las conversaciones necesitaba modificaciones.
En el territorio marítimo en disputa, Líbano solicitó primero 860 km2, pero luego aumentó su demanda a 1.430 km2 para tener en cuenta parte de la producción de gas en alta mar de Karish.
El vicepresidente Joe Biden se reunió con el primer ministro israelí, Yair Lapid a finales de agosto para abordar el desacuerdo, y “subrayó la urgencia de resolver las negociaciones sobre la frontera marítima entre Israel y Líbano en las próximas semanas”, según informó la Casa Blanca.