El gobierno israelí considera retirar billetes de 200 NIS, generando temor y aumento de cambios a moneda extranjera.
La posible cancelación del billete de 200 NIS genera incertidumbre
El gobierno de Israel está evaluando la posibilidad de eliminar los billetes de 200 NIS para combatir la economía sumergida y la evasión fiscal. Mientras tanto, algunos ciudadanos ya están tomando medidas para evitar quedarse con esos billetes, cambiándolos por moneda extranjera o negándose a aceptarlos. Aunque el Banco de Israel minimizó la idea, asegurando que “no hay una justificación profesional suficientemente fundamentada”, informes indican que ciertos comerciantes han dejado de aceptar estos billetes y que la demanda de cambio a divisas extranjeras ha crecido notablemente.
La propuesta incluye retirar los billetes como moneda de curso legal en un corto plazo, obligando a los tenedores a depositarlos en cuentas bancarias. Junto con ello, se planea implementar un programa de divulgación voluntaria que exima de acciones penales a quienes regularicen su situación fiscal. Expertos aseguran que la medida podría aportar hasta 22 mil millones de NIS al fisco israelí, aunque hay quienes consideran estas cifras exageradas.
En la práctica, la preocupación ya es palpable. Comerciantes y empresas han manifestado su desconfianza respecto a los billetes de 200 NIS, alegando posibles falsificaciones. Casos como el de una panadería que rechazó un pago con este billete han sido compartidos en redes sociales, generando debate sobre la posible retirada de este efectivo.
Aumento de demanda de cambio de moneda extranjera ante posible medida
Eran Ben Manda, vicepresidente de operaciones y ventas de GMT, una empresa global de transferencias de dinero, declaró al medio “Globes” que la demanda de moneda extranjera ha aumentado seis veces en los últimos días. “Ante los anuncios sobre la intención del gobierno de eliminar el billete de 200 NIS, hemos experimentado una gran demanda por parte del público para convertir el shekel en otras monedas. Gran parte de estos cambios proviene de israelíes que almacenaron efectivo después de la guerra”, comentó Ben Manda.
Aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva, el pánico generado por la posible cancelación del billete de 200 NIS ya está teniendo impacto. En redes sociales, usuarios reportan comerciantes que han dejado de aceptar esta denominación, y en algunos casos se han visto obligados a dividir sus pagos en billetes de menor valor. Incluso, familiares están repartiendo billetes de 200 NIS entre sus miembros para evitar perder su valor en caso de que la propuesta avance.
Una fuente anónima compartió con “Globes” que su madre decidió distribuir sus billetes de 200 NIS entre sus hijos para que los gastaran antes de que fueran retirados de circulación. Esto evidencia el temor de los ciudadanos de que pronto estos billetes no sean aceptados como medio de pago.
El billete de 200 NIS: 80% del valor del efectivo en manos del público
Según datos del Banco de Israel, los billetes de 200 NIS representan casi el 80% del valor total del efectivo en poder del público israelí. A diferencia de su uso para pagos diarios, la mayoría de estos billetes se utiliza para acumular dinero, lo cual se asocia con prácticas de evasión fiscal. Un estudio del Banco Central Europeo, basado en datos de 2008, señala que solo un tercio de los billetes en manos del público se usan para pagos reales; el resto se acumula como ahorro o para otros fines.
La intención del gobierno es reducir la economía sumergida al limitar la acumulación de efectivo, y la retirada de los billetes de 200 NIS se plantea como una medida directa para lograr este objetivo. Sin embargo, hasta que se tomen decisiones concretas, el temor y la incertidumbre seguirán creciendo, llevando a los israelíes a buscar alternativas ante la posible eliminación de esta denominación de billete.
En conclusión, la posible eliminación de los billetes de 200 NIS ya está generando un impacto en la economía local, con cambios en el comportamiento de consumidores y comerciantes. Mientras el gobierno considera la medida, el público reacciona anticipando posibles cambios en el valor de su dinero.